El 13 de mayo, la Virgen María
Bajó de los cielos a Cova da Iria
Ave, Ave, Ave María
Hoy se celebra la advocación mariana más importante del siglo XX. En 2017 fue la ocasión de festejar el centenario de la aparición de la Virgen María a los tres pastorcitos portugueses.
Son muchos los sevillanos de la Diócesis que peregrinan a Fátima cuya imagen estuvo en nuestra ciudad y otras localidades del 25 de marzo al 12 de abril de 1951. Visitó numerosos templos y hospitales y el acto más importante fue la multitudinaria Misa que congregó a tres mil personas en la Plaza de España. Los voluntarios se volcaron en el traslado de los enfermos en sillas y camillas.
La devoción cuajó en numerosos pueblos donde es la patrona como en Coripe donde se mantienen hoy día romerías y hermandades como en Utrera, entre otros. En Sevilla no hay una iglesia que no tenga su imagen, pero no llegó a fundarse ninguna hermandad de gloria o penitencia en torno suyo.
Se puede considerar la imagen que reside en el sagrario como la principal pues es la que procesionó en el centenario.
Hay que tener en cuenta que es la Virgen del Rosario la que se apareció en esa localidad, de ahí que el nombre completo sea Nuestra Señora del Rosario de Fátima.
Su iconografía es muy reconocible: Virgen sin el Niño, lleva las manos unidas en actitud orante con rosarios en ellas, con manto blanco o celeste, muy estilizada, por eso a veces las tallas no son de tamaño natural e incluso son muy pequeñas. En los hogares suele estar en la mesilla de noche, más que en un cuadro, por ejemplo.
La devoción está ligada a los dominicos, por eso vemos sendos retablos cerámicos en las fachadas de San Jacinto y Madre de Dios.
Y en Triana, en el núcleo residencia Nuestra Señora de Fátima hay un bonito retablo, bastante grande y colorista. Allí hay una calle dedicada a Jacinta Marto y otra a Lucía de Jesús, la única superviviente.
Ella dijo en 1967:
“El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los últimos tiempos”.
La Iglesia de España se ha acogido a la protección de la Santísima Virgen para afrontar el Covid-19 y este mes de mayo el Papa Francisco nos pide que recemos el Rosario con más frecuencia y fervor. No dejemos de rezarlo hoy.
Virginia López