Este segundo domingo de la venida de Jesús (Navidad) está dedicado a la conversión y a la esperanza. Este es el anuncio que nos transmite Juan: “Convertíos, porque está cerca el Reino de los Cielos”.
Dios escoge a los humildes, como a Juan que habitó en el desierto dedicando su vida a la oración y a la penitencia. Su predicación está basada en su vivencia, dirigida a la oración, la renuncia de bienes y la dedicación a los más débiles a los que anuncia la llegada de Jesús, preparando así el camino para su acogida.
Presenta a Cristo en su predicación ante el pueblo, descubriendo la opresión y la injusticia, conminando, especialmente a los poderosos, a “dar el fruto que pide la conversión”.
Esto es lo que nos pide este segundo domingo: ser, como discípulos de Cristo, impulsores de un cambio en el ámbito en el que nos movemos, denunciando las deformaciones de un sistema que excluye a los más necesitados de ayuda, a los pobres.
Inmaculada Concepción de la Virgen María
Este domingo celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María. El Papa Francisco, en su oración junto al monumento de la Inmaculada en la plaza romana de España el año 2017, daba gracias a la Virgen por su acompañamiento y cuidado a las familias, las parroquias, las comunidades, por sentir ante la oración su presencia materna; pero añadía una petición significativa para que nos ayudase a desarrollar “anticuerpos” contra algunos virus de nuestro tiempo:
- la INDIFERENCIA, que dice: “No me preocupa”;
- la MALA EDUCACIÓN CÍVICA que desprecia el bien común;
- el MIEDO al diferente, al extranjero;
- el CONFORMISMO disfrazado de transgresión;
- la HIPOCRESÍA de acusar a los demás mientras se hacen las mismas cosas;
- la RESIGNACIÓN ante la degradación ambiental y ética;
- la EXPLOTACIÓN de tantos hombres y mujeres
Tiempo de esperanza
Adviento es tiempo de Esperanza. Por ello hay que romper las barreras que separan, no solo con la solidaridad, sino con lazos de fraternidad, comunidad y por ello de integración.
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. María, en la Anunciación del arcángel Gabriel, rompe las barreras, se entrega a lo que le propone el Arcángel sabiendo las tremendas dificultades que su actitud tendría ante el pueblo judío, una virgen embarazada. La sostiene la confianza en Dios y el futuro universal del varón que va a engendrar. “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”.
En la primera Hoja de Adviento, comentamos algunos conceptos relacionados con la pobreza, las privaciones materiales o la actividad laboral; en ésta vamos a exponer el indicador AROPE que incluye a las personas que pertenecen a uno o más de los tres indicadores citados. En 2018, 109 millones de personas de la Unión Europea (22% de su población), 12,18 millones de españoles (27% de su población) y 3,20 millones de andaluces (38,2% de su población) eran pobres o sufrían privación material severa, o se encontraban desempleados o con trabajo precario. Tras la crisis, estas referencias se deterioraron y no han vuelto a recuperar los niveles de 2008.
En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza.
Enseñanza de los Padres de la Iglesia
“¿Os pregunto hermanos, ¿qué es lo que queréis o buscáis cuando venís a la Iglesia?. Ciertamente la misericordia. Practicad, pues, la misericordia terrena, y recibiréis la misericordia celestial. El pobre te pide a ti, y tú le pides a Dios; aquél un bocado, tú la vida eterna. Da al necesitado, y merecerás recibir de Cristo, ya que Él ha dicho: Dad y se os dará. No comprendo cómo te atreves a esperar recibir, si tú te niegas a dar”. (De los Sermones de San Cesáreo de Arlés, s. V).
Enseñanza social y orientaciones para la vida
- “Sólo una Iglesia que se acerca a los pobres y a los oprimidos, se pone a su lado y de su lado, lucha y trabaja por su liberación, por su dignidad y por su bienestar, puede dar un testimonio coherente y convincente del mensaje evangélico. Bien puede afirmarse que el ser y el actuar de la Iglesia se juegan en el mundo de la pobreza y del dolor, de la marginación y de la opresión, de la debilidad y del sufrimiento”. (Comisión Episcopal de Pastoral Social. La Caridad en la vida de la Iglesia, 10)
- “El carácter social de la misericordia obliga a no quedarse inmóviles y a desterrar la indiferencia y la hipocresía, de modo que los planes y proyectos no queden solo en letra muerta. Que el Espíritu Santo nos ayude a estar siempre dispuestos a contribuir de manera concreta y desinteresada, para que la justicia y una vida digna no sean solo palabras bonitas, sino que constituyan el compromiso concreto de todo el que quiere testimoniar la presencia del reino de Dios”. (Misericordia et misera, 19)
- “La esperanza de los pobres nunca se frustrará” (Sal 9, 19). Las palabras del Salmo se presentan con una actualidad increíble. Ellas expresan una verdad profunda que la fe logra imprimir sobre todo en el corazón de los más pobres: devolver la esperanza perdida a causa de la injusticia, el sufrimiento y la precariedad de la vida”. (III Jornada Mundial de los Pobres – Mensaje Papa Francisco)