La Navidad para todos es tiempo de afectos, encuentros, alegría y buenos propósitos. Un tiempo luminoso. En el número especial de Navidad de la revista Iglesia en Sevilla (nº 277) aparece la frase “Signos de Esperanza”. La Navidad siempre representa un tiempo de esperanza. Para los creyentes implica la venida del Niño Jesús, el Hijo de Dios, con su mensaje de amor para la humanidad, una nueva oportunidad para ser mejores, para contribuir a un mundo más justo.
He tenido la suerte de escuchar muchas homilías de Don Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, desde hace más de diez años. En ellas siempre he encontrado fe, esperanza y amor, la esencia del Buen Evangelio de Jesús, y también todo lo que esperamos del tiempo de Navidad: afecto, encuentro, alegría, paz. Sus homilías han sido y siguen siendo un autentico viento de lleno de claridad y frescor desde el Evangelio en un mundo a veces confuso, en la realidad liquidad que vivimos. Siempre me llamó la atención la preocupación la Ecología, cosa que comparte con el papa Francisco, por la Ecología y su papel transformador para el mundo y el planeta.
Esta Navidad es diferente para Don Juan José. En la portada de Diario de Sevilla del pasado sábado, figuraba una foto del Arzobispo mirando por una ventana, con su mano apoyada en ella, ofreciéndola a todos, también mirando por todos. Su sonrisa serena irradiaba fe y también calor para todos. Una sonrisa que pienso expresaba un sigo velando por todos con mi oración. El titular de la citada portada decía: “Asenjo pide al Vaticano su relevo inmediato”.
Este año, el Ayuntamiento de Sevilla le ha otorgado el título de Hijo Adoptivo de Sevilla. En el acto de entrega del galardón dijo Don Juan José: “El mejor servicio que he prestado es anunciar a Jesucristo”. Diez años de anuncio del mensaje de Jesús para toda la ciudadanía de Sevilla.
Las lesiones oculares de D. Juan José se han agravado estos últimos meses, causándole intensos sufrimientos, y ello ha conducido a la petición que ha realizado el Arzobispo al Papa Francisco de acelerar su relevo como Pastor de esta ciudad, cuestión ya solicitada por edad. En su felicitación de navidad manifiesta nuestro Arzobispo: Os deseo que el esplendor de Cristo que nace ilumine y llene de paz, sentido y esperanza vuestras vidas. Pedid al Niño Dios que en mis actuales circunstancias ilumine mis caminos. Un deseo de lo mejor para nuestra vida material y espiritual, y una petición de luz para quien nos ha dado en diez años, y nos sigue dando, tanto mensaje luminoso.
Muchas cosas a destacar de su labor, por ejemplo, la recuperación y protección del patrimonio histórico artístico de la Diócesis, su preocupación por los más desfavorecidos, sus Directrices Pastorales actualizadas al mundo que vivimos, sus numerosos escritos iluminadores, sus reuniones de Pensamiento Cristiano en el Siglo XXI, con la ayuda de D. Enrique Belloso, delegado diocesano de Apostolado Seglar, llenas de contenido teológico y social en un ambiente dialógico. Pero yo destacaría otras dos. Una, su capacidad de atraer a la Iglesia, y al mensaje salvador aplicado a la vida diaria, a personas alejadas de ella. Las Eucaristías que el Arzobispo ha compartido con Sevilla son toda una explosión de luz para el alma. La otra cuestión que quiero destacar viene a punto en el tiempo de Navidad. María y José vivían una existencia humilde, y de forma sencilla llegaron a Belén donde nació Jesús, esperanza para la humanidad. Jesús, María y José, estaban solos, sin embargo Dios hizo que la gente sencilla, de corazón puro, los acompañaran esa primera Navidad del mundo.
Quiero destacar de Don Juan José Asenjo, su forma de transmitir el Evangelio directa y sencilla, directa al corazón, a la mente y al alma. Todo un ejemplo de Pastor. Jesús, María y José, estaban solos una gran parte de esa noche para nosotros mágica, como es la noche de Nochebuena. Don Juan José Asenjo estará esta Nochebuena y el día de Navidad en el corazón de muchas personas, no estará solo en esos días para la esperanza, miles de personas pensarán en él y le dedicarán su oración y su cariño, compartiendo este tiempo de Navidad a través de un profundo afecto ganado durante un largo tiempo de servicio a la fe, la esperanza y el amor, llevado a la práctica por Don Juan José Pelegrina Arzobispo de Sevilla, para todos, con todos, por todos.
Vivamos esta Navidad con nuestro Arzobispo, compartamos el amor de nuestras familias con él, que tanto amor ha dado en estos años, y sigue dando cada día. Feliz Navidad, Don Juan José.