Jesús vive entre nosotros como un vecino más; tiene su casa cerca de la nuestra y podemos ir a visitarle, contarle nuestras cosas, preguntarle nuestras dudas y escuchar lo que nos quiera decir. Siempre nos ofrece su disponibilidad y su generosidad.
¡Qué importante es tener a Jesus entre nosotros! Él no se ha ido, no se ha desentendido de nuestras cosas, se ha quedado con nosotros para siempre. Y hoy celebramos su Sagrado Corazón.
El Corazón de Jesús es medicina para el corazón del hombre; tenemos necesidad de Él para sanarnos y ser felices. Todo proviene de Él que nos ama en el momento presente. No nos amó solamente en su vida mortal hasta derramar su sangre por nosotros; hoy y ahora piensa continuamente en nosotros. En ti y en mí.
La devoción al Corazón de Jesús es como un resplandor que ilumina y nos muestra el verdadero significado de las cosas; compromete la vida entera de un católico. Y Él nos dijo: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”Mt.11,28.
Beatriz Melguizo