¿Es igual celebrar el día de todos los santos que el día de los difuntos?
La respuesta es no, aunque la muerte ocupa un lugar especial en noviembre. El mes empieza con una fiesta alegre, la de Todos los Santos, en referencia a las personas que acogieron la misericordia de Dios y vivieron y murieron en su amor.
Es un día para agradecer la vida de tantos santos, reconocidos o no, que viven la plenitud en el cielo, y también pedir su ayuda. Algunos niños lo celebran disfrazándose de santos y a esa celebración se le denomina Holywins que se celebra , normalmente, la vísperas de la solemnidad de Todos los Santos, la tarde del 31 de Octubre, para contrarrestar el consumismo que ha condicionado la manera como muchos celebran hoy la fiesta de Halloween, basada en una visión terrorífica y superficial de la muerte.
Justo después de esta celebración de la vida en Dios en el cielo, llega el Día de Difuntos, el 2 de noviembre, en que los católicos rezan por todos los fallecidos.
Es un día especial para pedir que los familiares y amigos que murieron -y también aquellos fallecidos de los que nadie se acuerda- disfruten de la resurrección como Cristo.
Es una buena oportunidad para recordar a fallecidos, pues rezándoles siguen viviendo.
Fuente: Aleteia