“El niño, el topo, el zorro y el caballo” es un breve y original cortometraje que cuenta una historia para toda la familia. En ella, todo es sencillo y de calidad: las ilustraciones son atractivas, la trama es simple pero intrigante, los diálogos y las relaciones entre los personajes son naturales y cautivadoras, y la música eleva. Es una obra de arte animada con potencial para hacer disfrutar y crecer al espectador de cualquier edad.
A lo largo del metraje se tocan muchos temas, todos desde el prisma de la bondad: la amabilidad y la sabiduría, el miedo ante lo desconocido, la amistad, la necesidad de amar y ser amado, los sueños y las aspiraciones, la conveniencia de expresar los sentimientos, la autoestima, los celos, la aceptación, el hogar. Cada personaje aporta diferentes rasgos y entre todos entretejen una sincera amistad que va haciéndose más fuerte conforme avanza el relato.
El corto, de poco más de 30 minutos, está basado en el cuento homónimo escrito e ilustrado por Charlie Mackesy. Publicado en 2019, el libro goza de una formidable reputación. Para la obra animada, el propio Mackesy dirige la cinta, junto a Peter Baynton. Este último había animado y dirigido anteriormente otros cortometrajes, como el original “Over the Hill” (2007).
En cuanto al guion, es de nuevo el polifacético Mackesy quien se encarga de adaptar la pieza escrita al lenguaje audiovisual, en esta ocasión junto a Jon Croker. Con anterioridad, Croker había colaborado en la segunda entrega de “Paddington» (2017), la simpática peli inglesa que narra las aventuras de un oso en el mundo real.
En total, son cuatro los personajes que aparecen. Ni uno más, ni uno menos; ni faltan ni sobran. Son los que son y resultan realmente entrañables. Los actores que les dan voz, como suele suceder en estas grandes producciones, forman un elenco de caras conocidas. Por una parte, Tom Hollander, célebre por su papel en “Orgullo y prejuicio” (2005); por otra, Idris Elba, popular por su actuación en “Thor: Ragnarok” (2017); Gabriel Byrne, que alcanzó la fama en “Sospechosos habituales” (1995), es otro de ellos; y finalmente la voz del niño la pone Jude Coward Nicoll, un jovencísimo actor.
En el apartado musical, la compositora Isobel Waller-Bridge ha elaborado una ajustada, bella y elegante banda sonora para este cuento animado, que pone la guinda al pastel.
Guillermo De Lara