Gracias a la vida, que me ha dado tanto
Dónde verla: En salas de cine a partir del 14 de abril
Llega a los cines españoles una emocionante película norteamericana, que es un auténtico canto a la vida como su mismo su título apunta: “Marca de vida”. El filme se mantuvo durante una semana en el top ten de la taquilla estadounidense cuando se estrenó en septiembre del pasado año, y sigue la exitosa estela de títulos como “Prueba de fuego” (2008) o “War Room” (2015).
Distribuida por European Dreams Factory, “Marca de vida” aborda el tema de la adopción a través de una historia inspirada en hechos reales. Su protagonista es David, un chico de 18 años que vive feliz con la familia que le adoptó cuando era un bebé. Su cómodo mundo se pone patas arriba cuando, inesperadamente, su madre biológica expresa su deseo de conocerlo. Con el aliento de sus padres adoptivos, David se embarca en un viaje de descubrimiento que le conduce a una asombrosa verdad sobre su pasado.
Producen los hermanos Kendrick (Alex y Stephen) y el actor Kirk Cameron, cineastas muy comprometidos con el cine de valores y las llamadas faith-based movies (películas basadas en la fe). Cameron y Alex Kendrick se reservan sendos papeles en el largometraje, que está dirigido y coescrito por Kevin Peeples, colaborador habitual de los Kendrick. Del resto del reparto destacan Raphael Ruggero, que encarna a un David encantador, su divertido amigo interpretado por Justin Sterner, y Rebecca Rogers como la madre adoptiva.
Con esta nueva cinta, los autores de “Marca de vida” quieren celebrar la belleza de la adopción, a través de un relato estimulante y altamente emotivo, con risas y lágrimas, donde la reconciliación, el perdón y el amor se erigen como elementos sanadores de las relaciones humanas. No ocultan la visión cristiana que impregna su película, pero lo hacen de una forma atrayente y natural, sin subrayados innecesarios, ni posturas criminalizadoras, ni discursos insistentes.
Frente a posiciones radicales que banalizan el drama del aborto, “Marca de vida” pretende ofrecer la alternativa de la adopción como respuesta verdaderamente humana, ética y feliz ante un embarazo no deseado. La expresión que más repiten los personajes es ‘gracias’, porque eso es también “Marca de vida”: un sincero agradecimiento a todas las madres que tuvieron la valentía de superar las presiones y apostar por la vida; y un justo reconocimiento a la generosidad de tantas familias que decidieron adoptar.
Juan Jesús de Cózar