La Parroquia San José y Santa María, ubicada en el barrio de Sevilla este, y encomendada a la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, celebra su día en la semana del 19 al 25 de marzo, coincidiendo con la festividad de sus titulares: San José y Santa María en su Anunciación. “Nuestra parroquia vive un continuo Adviento, en un permanente Ven, Señor, Jesús (Marana Thá)”, explica su párroco, Rafael Muñoz, CO.
Se trata de una comunidad parroquial que goza “de buen ambiente, respetuoso, alegre, amistoso y fraterno, sin grandes conflictos ni divisiones. Esto es una gran gracia de Dios”, expresa satisfecho el párroco. Al respecto, añade que en todas las pastorales y servicios parroquiales “contamos con la ayuda de laicos que ejercen gustosamente su corresponsabilidad, siempre según sus posibilidades y edad, procurando entre todos una parroquia acogedora y viva”, agradece Muñoz. Si bien, “a pesar de todo, contamos con la dificultad que supone encontrar relevo generacional que siga, mantenga y sostenga esta vida parroquial”.
En San José y Santa María el abanico de acciones pastorales están agrupadas, como en la mayoría de las parroquias, “en los tres clásicos ministerios de la Iglesia y que, por tanto, han de conformar la vida parroquial y estar presente también en la vida personal de cada creyente”.
En primer lugar, la evangelización por medio de la catequesis y la formación permanente. Aquí se incluyen las dirigidas a niños, jóvenes y adultos, y los grupos de Vida Ascendente y Huellas de Alegría, pensados principalmente a personas de edad avanzada y animado por el vicario parroquial, Domingo Velasco, CO. También el grupo de estudios bíblicos, para profundizar en la Palabra de Dios, dirigido por el también vicario parroquial y biblista, Miguel Ángel Garzón, CO. Además, siendo una parroquia filipense, cuenta con el Oratorio Seglar (de adultos, jóvenes y niños).
Un segundo pilar de la vida parroquial es, por supuesto, la oración y celebraciones litúrgicas: además de los sacramentos, la Adoración Eucarística, Santo Rosario, celebraciones penitenciales y Liturgia de las Horas (laudes y vísperas) en los tiempos litúrgicos “fuertes”.
Y, finalmente, “la comunión, caridad y acción social que ofrece atención, escucha y orientación desde Cáritas y a través de varios talleres que favorecen las relaciones humanas, así como el aprendizaje en varias disciplinas”. En este ámbito de la pastoral se enmarca también el Grupo del Tercer Mundo que da voz a entidades como Manos Unidas, las Obras Misionales Pontificias y la Ayuda a la Iglesia Necesitada. La pastoral sociocaritativa de esta parroquia se completa con la acogida a un grupo de Alcohólicos Anónimos y la colaboración con actividades de Autismo Sevilla.
“Sin olvidar el inestimable grupo Santa Marta que ofrecen su tiempo para labores tan dignas como la de mantener el templo y demás lugares parroquiales”, apostilla Rafael Muñoz.
En cuanto a los objetivos pastorales parroquiales, “siempre tenemos en cuenta los que son señalados por el arzobispo en su carta de inicio de curso, recogidos de los objetivos y acciones concretas propuestas en el Plan Pastoral Diocesano para el quinquenio”, apunta Muñoz. Además, este año “en nuestra comunidad estamos prestando especial atención a potenciar el Grupo de Pastoral de la Salud y los Medios de Comunicación, como altavoz de la vida parroquial”. Y entre los proyectos de futuro en los que ya se trabaja, destaca desarrollar las pastorales de familia y de juventud, a la vez que desarrollar nuevas formas de llevar a cabo el Primer Anuncio.
Para ello, “siempre con el deseo de que los espacios se nos queden pequeños”, Rafael Muñoz invita a la feligresía a acercarse a esta casa de todos; una casa abierta a quien lo necesite, quien vaya en busca de formación, de acompañamiento, de profundización en nuestra fe, y de encuentro sincero y genuino con Cristo. Esta invitación, señala, debe hacerse, sobre todo, con el testimonio alegre de los cristianos, “de ‘boca a boca’ o, mejor, ‘de corazón a corazón’”.