Con motivo de la celebración del día mundial de la Paz publicamos el mensaje del Papa Francisco bajo el lema “La buena política está al servicio de la paz”. Ahora, profundizamos en uno de sus puntos más relevantes: “No a la guerra ni a la estrategia del miedo”. Al respecto, el Papa Francisco nos dice:
Cien años después del fin de la Primera Guerra Mundial, y con el recuerdo de los jóvenes caídos durante aquellos combates y las poblaciones civiles devastadas, conocemos mejor que nunca la terrible enseñanza de las guerras fratricidas, es decir que la paz jamás puede reducirse al simple equilibrio de la fuerza y el miedo. (…) En cambio, cabe subrayar que la paz se basa en el respeto de cada persona, independientemente de su historia, en el respeto del derecho y del bien común, de la creación que nos ha sido confiada y de la riqueza moral transmitida por las generaciones pasadas.”
En la actualidad no hay guerras declaradas, pero el mundo sigue azotado por conflictos armados en los que sufre la población civil, dejando detrás un tremendo saldo de muertes, destrucción y desplazamientos masivos.
Al respecto nos hacemos eco de algunos datos extraídos del informe de Manu Revilla, colaborador de Amnistía Internacional, de 12 de enero de 2018, que acompañamos de reflexiones hechas desde el marco de la Doctrina Social de la Iglesia. Destacamos:
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CONFLICTOS ARMADOS:
La Escola de Cultura de Pau (ECP) de la Universidad Autónoma de Barcelona, en su última edición “Alerta 2017” constató que durante 2016 se registraron 33 conflictos armados, 13 de ellos en África, 10 en Asia, 6 en Oriente Medio, 3 en Europa y 1 en América.
“La convivencia entre las naciones se funda en los mismos valores que deben orientar la de los seres humanos entre sí: la verdad, la justicia, la solidaridad y la libertad.” (CDSI: núm. 433)
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CONSECUENCIAS:
2.1. Víctimas.- El balance de víctimas en 2016 se estima por la ECP, especialmente en Siria de 50.000 a 60.000 muertes. En Irak más de 16.000 civiles perdieron la vida y en Afganistán más de 9.000 entre civiles y fuerzas de seguridad.
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) se completa el trágico escenario incluyendo a Siria, el escenario más mortífero por quinto año consecutivo, suma unas 290.000 víctimas fallecidas desde 2011.
2.2. Desplazamientos forzados.- Informes de Amnistía Internacional, otras ONG y organismos de las Naciones Unidas coinciden en denunciar abusos a gran escala contra la población civil Siria, que podrían constituir crímenes de guerra y/o contra la humanidad. Siria encabeza la lista de países emisores de población refugiada, según ACNUR, con 5.5 millones de personas que han cruzado la frontera para escapar del conflicto armado.
Los desplazamientos forzados han aumentado más del 50% en cinco años. El último informe de ACNUR elevó hasta 65.6 millones las personas desplazadas, siendo 40.3 millones dentro del propio país, 22.5 millones refugiadas en otros Estados o Países y 2.8 millones solicitantes de asilo.
“Una política internacional que tienda al objetivo de la paz y del desarrollo mediante la adopción de medidas coordinadas, es más que nunca necesaria a causa de la globalización de los problemas” (CDSI. nº 442)
2.3. Otras consecuencias.-
- a) Las agresiones sexuales se utilizan como táctica de guerra, con actos de violación generalizados y estratégicos de forma selectiva, que afectan a grupos étnicos, religiosos o adversarios políticos.
- b) La Cruz Roja ha contabilizado en tres años 2.400 ataques en 11 países entre cuyos objetivos se encontraban, según Médicos Sin Fronteras, hospitales en Afganistán, República Centroafricana, Sudán del Sur, Siria, Ucrania y Yemen.
Lo más grave, según denunció Médicos Sin Fronteras, es que cuatro de los cinco países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU están involucrados en coaliciones militares responsables de tales ataques.
- c) Las víctimas infantiles son más vulnerables ante ataques y abusos, destacando Afganistán, Siria y Sudán del Sur. También, con respecto a reclutamiento de menores, Somalia y Yemen.
- d) La focalización en los núcleos urbanos. Los insurgentes que antes combatían en montañas, bosques y junglas, ahora combaten en áreas pobladas. De ahí los movimientos de personas.
“El principio de humanidad, inscrito en la conciencia de cada persona y pueblo, conlleva la obligación de proteger a la población civil de los efectos de la guerra” “Es necesario hoy lograr un nuevo consenso sobre los principios humanitarios y reforzar sus fundamentos, para impedir que se repitan atrocidades y abusos” (CDSI. nº 505)
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INCERTIDUMBRE DE LOS PROCESOS DE PAZ:
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos subraya la crisis de las misiones de paz de las Naciones Unidas, al recibir mandatos sin recursos materiales y humanos suficientes. Casi 125 países aportan 113.000 efectivos a las 15 operaciones de la ONU de mantenimiento de la paz con un presupuesto, en 2017, de aproximadamente 5.800 millones de euros, que apenas representa el 0,50% del gasto militar mundial.
“La paz no es simplemente ausencia de guerra, ni siquiera un equilibrio estable entre fuerzas adversarias, sino que se funda sobre una correcta concepción de la persona humana y requiere la edificación de un orden según la justicia y la caridad” (CDSI nº 494)