Pedro Duolu Li (Hebei. China, 1998)
Pedro se encuentra a la espera de su ordenación diaconal que tendrá lugar el 21 de septiembre, en la Catedral de Sevilla, junto a diez compañeros seminaristas.
Para él, que este último año ha estado en Roma ampliando sus estudios, en el camino del seguimiento al Señor “hay etapas tanto a nivel humano-espiritual, como a nivel institución-eclesial, con un tiempo necesario de discernimiento tras haber recibido tantas gracias del Señor, de la Iglesia y de las personas que nos han querido”. Afirma que el Señor le pide a través de la Iglesia dar un paso más de entrega a Él siendo diácono. “Para mí, este paso me supone un abandono total en su amor, un seguimiento mayor al Señor, y una entrega mayor a su Iglesia”.
De la última parroquia en Sevilla donde estuvo de pastoral, Santas Justa y Rufina, destaca el trato de la feligresía y de los sacerdotes. “Estoy muy agradecido por esta experiencia, me encontré muy acogido por la comunidad parroquial. Aunque la estancia en esta parroquia era solamente un curso durante los fines de semana, aprendí mucho de ellos en el trato con la gente y con sus sacerdotes: la entrega desinteresada al Señor, el espíritu luchador en la vida, la amabilidad, la apertura y la disponibilidad hacia las personas, la alegría y la servicialidad. También tuve la oportunidad de trabajar con un grupo de la parroquia sobre la historia de la iglesia de los primeros cristianos”.
Juan 15, 16
Consultado sobre algún pasaje bíblico que oriente su vida sacerdotal, Pedro ha citado Juan 15, 16. “No sois vosotros los que me habéis elegido, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca”.
Añade que siempre “es el Señor el que toma la iniciativa de la llamada para darnos un regalo precioso: el don de la vocación. Nos invita a salir de nosotros mismos, a experimentar su amor y amar a los demás. Este pasaje de San Juan, me ha ayudado en muchos momentos difíciles, me recuerda constantemente que este camino no es mío, sino suyo. Pienso que, en muchos acontecimientos que han tenido lugar en mi vida, Él siempre ha estado conmigo, ha sido Él el que llama y que dirige, el que llena el corazón y el que fortalece”.
Sobre santa Teresa de Calcula
Pedro subraya que cuando leyó algunos libros sobre santa Teresa de Calcuta, el testimonio de su vida le tocó profundamente, “me impresiona cómo una mujer tan pequeña y sencilla puede hacer tantas cosas increíbles. Creo que la única razón es, como todos los santos hicieron, ella amaba a Cristo, luego presenciando este amor recibido entregándose para el servicio de los más pobres, a las personas concretas, no ideologías vacías, especialmente, prestaba un servicio a los que sufren. Hay una frase de ella que me gusta mucho: “En el camino de seguimiento a Cristo, no se trata de hacer cosas grandes o pequeñas, sino que si las hacemos con amor o no”.