Coincidiendo con el 25º aniversario de su estreno en nuestro país, se acaba de reponer en cines de toda España esa obra maestra de Steven Spielberg titulada La lista de Schindler (1993). La cinta causó un fuerte impacto en su momento y ha dejado un legado imborrable a las generaciones posteriores que vale la pena recordar.
La lista de Schindler se estrenó en Estados Unidos el 15 de diciembre de 1993. Ese mismo año Spielberg había conseguido que Jurassic Park se convirtiera en la película más taquillera de la Historia del Cine, honor que hasta ese momento correspondía a otra obra maestra de Spielberg E.T. el Extraterrestre (1982). Una vez más el director de Cincinnati demostraba lo acertado de su apodo: el “Rey Midas de Hollywood”.
Considerado un creador de sueños imposibles, de los terrores más oscuros y las aventuras más emocionantes, Spielberg no había logrado ganarse el respeto de la crítica más exigente ni el reconocimiento de la Academia de Hollywood con obras como El color púrpura (1985) o El imperio del sol (1987), calificadas como películas notables pero demasiado edulcoradas e ingenuas. Pero entonces llegó a los oídos de Spielberg la existencia de un guión sobre el Holocausto judío, que directores como Billy Wilder, Scorsese o Kubrick habían rechazado al considerarlo un proyecto imposible de adaptar al cine. Spielberg aceptó el reto como un homenaje a sus raíces judías; pero también para mostrar al mundo hasta dónde puede llegar la maldad del ser humano, y cómo la bondad y la caridad pueden aparecer en los corazones más insospechados. El resultado: la 4º película más taquillera de 1993 en todo el mundo, y ganadora de 7 Óscares de la Academia, incluyendo los de Mejor Película y Mejor Director.
Con gran sinceridad y honestidad, Spielberg nos relata el horror sufrido por millones de personas a manos del ejército nazi. Ni escatima imágenes y situaciones violentas, ni ahorra al espectador la crudeza y la brutalidad de lo sucedido. Con una compleja narración (la película dura más de tres horas), asistimos a una historia angustiosa y de sufrimiento casi inaguantable, compensada en parte por comportamientos heroicos de personas buenas que ofrecen una visión esperanzadora del ser humano.
Veinticinco años después, la película sigue siendo una obra hermosa, soberbia, (muy) dura y, sobre todo, necesaria. Porque aún existe persecución por motivos religiosos o de raza en muchos lugares: Siria, Nigeria, Corea del Norte… Testimonios como La Lista de Schindler nunca deben caer en el olvido para no repetir los errores del pasado. Un filme valiente que nos deja una frase para el recuerdo: “Quien salva una vida, salva al mundo entero.”
Juan Carlos Dean del Junco