El pasado 1 de mayo se estrenó una interesantísima película francesa sobre la adopción, magníficamente dirigida y escrita por la actriz y realizadora Jeanne Herry. El título español, “En buenas manos”, dista del original francés: “Pupille”, una palabra polisémica escogida con toda la intención y que puede ser aplicada tanto al huérfano como a la pupila de los ojos.
Con gran sentido didáctico y una cautivadora claridad expositiva, Herry presenta al espectador el caso de una joven que da a luz y que, tristemente, no desea quedarse con su hijo. Con el consentimiento de la madre, Theo, que así llamarán a la criatura, pasará a formar parte del programa de adopción del sistema francés. A partir de aquí asistiremos a la selección de candidatos, conoceremos sus historias, participaremos en las reuniones de evaluación de los trabajadores sociales… Y es que la cinta te implica, te inclina a tomar partido, a formarte una opinión, a plantearte dudas sobre las condiciones de unos y otros. Porque Theo debe estar “en las mejores manos”.
Una película de estas características, con abundancia de diálogos y explicaciones, necesita actores convincentes, llenos de naturalidad, capaces de trasmutarse en sus personajes. Y ciertamente el elenco, predominantemente femenino, es formidable: Sandrine Kiberlain, Gilles Lellouche, Elodie Bouchez, Olivia Côte, Clotilde Mollet, Miou-Miou… Filmada con gusto exquisito, sorprende la inclusión de una escena de intimidad conyugal, que habría quedado mejor resuelta con el uso de la elipsis.
Se ha descrito el filme como un “ballet de miradas”. Pero no solo en referencia a todos los que interactúan con el bebé (la madre, las enfermeras, el padre de acogida, las trabajadoras sociales…), sino también sobre los distintos puntos de vista a la hora de tomar la decisión final. “Presté mucha atención al papel de mi visión durante todo el rodaje de la película. Me pregunté desde qué perspectiva debía yo mirar a cada personaje y hacia dónde dirigir la mirada de cada uno de ellos”, ha declarado la directora.
“En buenas manos” fue nominada a siete Premios César y ha recibido galardones en diversos festivales. Justos reconocimientos para una producción que, sin estridencias, celebra la vida y la maternidad, y que supone también un merecido homenaje a todos aquellos (personal sanitario, trabajadores sociales) que velan por la cuidadosa atención de los recién nacidos.
Juan Jesús de Cózar