El corazón siempre ha sido visto como el centro o esencia de una persona y la fuente de nuestra vida emocional y de nuestro amor propio.
La devoción al Sagrado corazón de Jesús es la devoción a Jesucristo mismo, pero en las formas de meditación en su vida interior y en su amor incondicional, su amor divino, su amor ardiente por todos nosotros, y su amor sensible al arrepentimiento y humildad de todo el que se le acerca
Cuanto más crecemos en profundidad en nuestra fe, más nos damos cuenta de que el Evangelio se centra, no tanto en nuestro amor a Dios, sino en el amor de Dios por nosotros.
La Visión del Sagrado Corazón de Jesús es probablemente la profecía más poderosa de la historia. La imagen del Sagrado Corazón continúa moviendo a millones de personas al amor incondicional que Dios Padre nos tiene.
«Si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros». (1 Juan 4,11)
El Sagrado Corazón de Jesús proclama un Dios que nos ama tanto que:
- Se convirtió en ser humano
- Sufrió y murió en la cruz por nosotros
- Se hace presente bajo las especias de pan y vino
- Literalmente vive dentro de nosotros
- Regresará para llevarnos con Él y seremos perfectamente felices en el cielo para siempre,
- Nos amonesta y reprende para prevenirnos de la condenación (Hebreos 12,7)
- Nunca nos rechazará, aunque nosotros sí lo hagamos (Jn 6,37)
- Respeta nuestra libertad hasta tal punto que nos dejará escoger ir al infierno por siempre (Dt 7,10)
- Ni ojo vio ni oído escuchó ni siquiera nadie ha pensado las cosas que Él ha preparado para nosotros (1 Cor 2,9)
El Sagrado Corazón de Jesús proclama que el amor de Dios por nosotros es indulgente, misericordioso, incondicional, crucificado, infinito, perfecto, eterno, trinitario, eucarístico y misterioso.
«Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él» (1 Jn 4,16)
«Que Cristo habite en sus corazones por la fe, y sean arraigados y edificados en el amor. Así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios» (Efesios 3,17-19)
Oración de consagración al Sagrado Corazón de Jesús
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, renovamos alegremente la consagración de nuestra familia a tu Divino Corazón.
Sé, hoy y siempre, nuestro guía, el jefe protector de nuestro hogar, el rey y centro de nuestros corazones.
Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos, parientes y amigos.Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.
Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades. Queremos ser instrumentos de paz y de vida.
Que nuestro amor a tu Corazón compense, de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti. Confianza profunda, ilimitada.