La familia es la primera célula de la sociedad. Es el lugar donde todo comienza; donde aprendemos a compartir, a perdonar, a ser más comprensivos y, sobre todo, es el entorno donde nos sentimos amados por primera vez, de forma incondicional, no por lo que tenemos, ni por nuestros títulos o logros, sino simplemente por ser quienes somos, tal y como somos.
Esta realidad que puede parecer evidente, no lo es tanto en una sociedad líquida en la que resuenan con fuerza frases como “hacerse a uno mismo”, que destilan un obsceno individualismo y un egoísmo atroz. Probablemente, debido a la falta de referentes y a ciertos complejos infundados de aquellos que realmente quieren defender la dignidad de todas las personas.
Trabajando por las familias
No obstante, la Iglesia en Sevilla cuenta con numerosas personas preparadas y comprometidas que lejos de amedrentarse ante esta situación, trabajan cada día para ensalzar el valor del núcleo de la sociedad, que no es otro que la familia.
Lo hacen a través de la Pastoral Familiar de sus parroquias, de los Centros de Orientación Familiar (COF) repartidos por toda la Archidiócesis y desde la propia Delegación diocesana de Familia y Vida. Y también, desde la Fundación ‘María, reina de la familia’.
Se trata de una entidad creada el 19 de mayo de 2013 erigida canónicamente en la Archidiócesis de Sevilla como Fundación Pía Autónoma, con carácter expresamente confesional y sin ánimo de lucro. El objetivo de la misma es dar cobertura administrativa, jurídica y fiscal a los COFs diocesanos. “La Fundación es una herramienta al servicio de los Centros de Orientación Familiar, que les aporta la tranquilidad necesaria para ocuparse de lo verdaderamente importante, que es la acogida y atención de las familias”, explica Jaime Lastra, tesorero.
El “apoyo en la sombra” de los COFs
Este “apoyo en la sombra”, añade Andrés Pérez, secretario de la Fundación, es “imprescindible” para que los COFs, sus voluntarios y profesionales, puedan desarrollar su labor sin problemas, “pues nosotros nos encargamos de preparar los seguros del voluntariado, de las tareas contables, la presentación de cuentas ante el Arzobispado o de becar la formación que solicitan los centros entre otras cosas”, señala.
Por su parte, el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, es el presidente de esta Fundación, un título que asume activamente, dado su gran preocupación por la familia. “Nuestro Arzobispo siempre ha mostrado un interés grande por la atención integral a la familia. Lo demostró en la diócesis de Córdoba y ha hecho lo propio en Sevilla, creando cinco Centros de Orientación Familiar, y más tarde, erigiendo la Fundación”, destaca Andrés.
Delegación Diocesana de Familia y Vida
Por otro lado, tanto el secretario como el tesorero indican que, aunque la Fundación trabaja de forma autónoma, “se nutre” de la Delegación diocesana de Familia y Vida, y agradecen a los delegados, el matrimonio formado por Maria Dolores Sánchez-Campa y Juan Manuel Garrido, su apoyo y disponibilidad.
Para terminar, ambos hacen un llamamiento a colaborar con esta realidad diocesana, en cualquiera de los aspectos que ésta presente, porque, recuerdan, los COFs están integrados por abogados, médicos, psicólogos, mediadores, educadores, profesores y tantísimos otros profesionales que, cada uno en su disciplina, pueden aportar mucho a la Iglesia y a la familia.