La Fundación Santo Súbito nació en el año 2014 y desarrolla sus acciones entre Málaga, Madrid, Roma y Sevilla, concretamente en la Archidiócesis Hispalense ha hecho entrega de 70 bustos de San Juan Pablo II, réplicas seriadas del imaginero Juan Manuel Miñarro, concedidas a parroquias, conventos, hermandades y otras instituciones que veneran de un modo especial al papa polaco y que han mostrado su apoyo y cercanía al proyecto San Juan Pablo II.
José María González-Alorda es el presidente de la Fundación y considera que promover el legado, devoción, vida y espiritualidad del san Juan Pablo II supone una hermosa y comprometida tarea.
«La virtud que ha tenido San Juan Pablo II de emocionarme, alegrarme y motivarme durante la juventud es especial, tener fe en Dios es para mi un asidero en la tierra y ese acercamiento de alguna manera se lo debo a Juan Pablo II, quien me ha llevado a Dios».
Con motivo del centenario del nacimiento de San Juan Pablo II, miembros de la Fundación Santo Súbito seguirán «ejecutando acciones de caridad y relevancia que son absolutamente sorprendentes, que no están escritas ni publicadas, que se llevan a cabo en silencio, con absoluta discreción, de las cuales yo soy testigo directo».
«La nuestra es una Fundación que cuando tiene conocimiento de que algo o alguien está desarrollando alguna iniciativa que promueva la devoción hacia el Juan Pablo II, nos podemos a su disposición para brindar el apoyo que requieran para la consecución de sus objetivos».
José María González-Alorda refirió que a través de acciones de formación y ayudas a la Iglesia diocesana concretan el deseo y pensamiento de Karol Wojtyla de construir juntos la civilización del amor. «Como todo lo sobrenatural es inadjetibable, son muchas vivencias y mucha fe, la vida de San Juan Pablo II es un bálsamo, aunque pueda uno tener una rudeza o finura espiritual, pero a todos los niveles, su mensaje llega muy claro, porque él hablaba del hombre sobre la tierra».
«Esa experiencia ocurre cuando te sientes frágil y aprendes a exclamar que somos débiles y estamos en sus manos, Juan Pablo II nos lleva precisamente a Jesucristo por la cercanía que tuvo con el hombre», consideró.
A inicios del mes de octubre, la Fundación Santo Súbito y la Archidiócesis de Sevilla suscribieron un convenio en virtud del cual, se destinará una aportación económica de 150 mil euros para sufragar los gastos relacionados con la construcción del templo parroquial de San Juan Pablo II de Montequinto.
En relación a las réplicas seriadas del imaginero Juan Manuel Miñarro, José María González-Alorda refirió que no se trata sólo de una imagen, sino de un descubrimiento que acoge a su vez al papa peregrino. «Es un acontecimiento en la parroquia, dentro de la hermandad o la institución que recibe la imagen y acepta aprender e imitar las virtudes del santo con intención de parecerse cada vez más a Dios».
Hace 14 años atrás, un grupo de profesionales de la ciudad de Sevilla tras el fallecimiento del papa San Juan Pablo II y dada su vinculación con la capital hispalense tras sus dos visitas a la ciudad, planteó como iniciativa constituir una asociación civil «pro monumento a Juan Pablo II».
Durante varios años se dedicaron a buscar recursos de financiamiento para erigir una imagen ubicada en un sitio visible y concurrido donde muchas personas pudieran homenajearlo, posteriormente, la asociación de fieles se convirtió en Fundación Santo Súbito y la imagen que despertó su interés en pública y de veneración, ubicada en la plaza Virgen de los Reyes.