Esta semana, del 02 de diciembre al 8 de diciembre te proponemos: Belenes vivientes, jornadas de formación, retiros espirituales y la oportunidad de conocer más sobre la vida de los conventos.
Ejercicios espirituales ignacianos del 5 al 9 de diciembre en la Casa de Espiritualidad San Pablo dirigidos por Enric Puiggros, SJ. Para mayor información ingresar en la página web www.casaejerciciossanpablo.com
VI Belén Viviente de Sanlúcar la Mayor
Desde el viernes 6 hasta el domingo 15 diciembre se celebra la VI edición del Belén Viviente de Sanlúcar la Mayor, con más de 400 figurantes. Para ello, la organización del Belén, a cargo de la Hermandad del Santo Entierro ha ampliado el entramado de las calles, llegando ya a más de 700 metros lineales de decorados que podrán verse entre las 16:00 h y 20:30 h. La reserva de entradas se puede realizar a través del teléfono 680 88 79 75.
Seminario de Medios de Comunicación Beato «Marcelo Spínola»
Este lunes 2 de diciembre, la mesa redonda denominada ‘Detrás de la reja, comunicar la vida contemplativa’, en la que participarán Ismael Yebra, Claudia Martín y Gloria Gamito. Pautada desde las 19:00 hasta las 21:00.
3 de diciembre: Eucaristía por la fiesta de San Francisco Javier, patrono de las misiones a las 11:30 en el Curso de la Rota Romana y el Tribunal Metropolitano.
3 de diciembre: Conferencia «Comunicación en Familia» a las 17:00- 18:30
Jueves 3 de diciembre a las 18h. 4ª sesión del curso de reconocimiento de la fertilidad que se imparte en el COF de Triana – Los Remedios.
XXXV Muestra de Dulce de Convento se inaugurará la mañana del viernes 6 de diciembre y las personas interesadas podrán acceder a través del Patio de Banderas hasta el lunes día 9.
Los Reales Alcázares volverán a acoger durante el puente de la Inmaculada una nueva muestra de dulces.
Vigilia de la Inmaculada este sábado 7 de diciembre en la Catedral de Sevilla a las 19:30 h. Está prevista en tres meditaciones sobre la Virgen: la primera sobre el misterio de la Encarnación; en segundo lugar, María como primera en recibir y reconocer a Cristo resucitado; y, finalmente, su figura que nos lleva a la Eucaristía, “donde nosotros nos encontramos de manera particular con el resucitado”.
