En el coro de la iglesia parroquial de Santa Cruz, el Señor expuesto en la custodia te espera. El recogimiento del espacio, que se hace pequeño en la resplandeciente grandiosidad del templo, te envuelve y favorece al encuentro con el Señor.
Él te abraza en tu oración, está tan cerca…lo sientes y mirándolo fijamente te lleva hasta Él.
¡Bendito sea el Santísimo Sacramento del Altar!
Antes de comenzar la Cuaresma, la Real Congregación de “Luz y Vela” celebra el Triduo de Carnaval. Esta Asociación pública de fieles de la Iglesia Católica, establecida en la ciudad de Sevilla desde finales del S. XVIII, tiene su sede canónica en dicha Parroquia de Santa Cruz, y como característica fundacional la adoración eucarística en las iglesias donde circula el Jubileo de las Cuarenta horas, y que organiza todos los días en Sevilla, salvo el Triduo Pascual.
La devoción de las Cuarenta Horas tiene como finalidad adorar a Cristo velando el tiempo en que “el cuerpo de Cristo reposó en el sepulcro», y durante cuarenta horas en recuerdo del tiempo que estuvo muerto. (Lc 23,44), (Mt,28,1)
Halla sus raíces profundas en la antigua costumbre cristiana de guardar abstinencia y ayuno prolongado, los últimos días de la Semana Santa, Triduo Sacro. Muy pronto se añaden otras prácticas, como vigilias de oración y cantos de salmos, a la veneración de la Cruz y el sepulcro de Cristo se une la adoración eucarística.
A principios del S.XVI surge en Milán (Italia), la práctica de 40 horas ante el Santísimo Expuesto, día y noche, como oración continua de petición, expiación y desagravio, independiente ya del tiempo litúrgico.
Se extiende por Italia por capuchinos, barnabitas y jesuitas, y pasa a Roma siendo su impulsor principal San Felipe Neri.
Recibe el nombre de Jubileo Circular cuando las Cuarenta Horas van rotando o circulando de forma sucesiva por las diferentes iglesias formando una cadena de oración continúa todos los días del año en una ciudad o diócesis, como Sevilla, Madrid, Valencia, Lima, Quito, Guatemala, Querétaro, etc. Sevilla fue una de las primeras ciudades en España que solicitó el Jubileo de las Cuarenta horas a Roma, por el arzobispo D. Jaime de Palafox y Cardona en 1696. El 8 de diciembre de 1698 comienza del Jubileo en la Santa Iglesia Catedral, Día de la Purísima, durante 4 días y sigue de manera circular por las distintas iglesias, con privilegio de cerrar de noche. Actualmente, Luz y Vela organiza la adoración diurna al Santísimo que cada 3 días circula por parroquias, conventos y hermandades durante todo el año, menos en el Triduo Pascual.Los Solemnes cultos de reparación y desagravio del carnaval se celebran tres días antes del Miércoles de Ceniza, estando Jesús Sacramentado en Exposición mayor en la sede Parroquial de Santa Cruz, con turnos de adoración y vela de una hora. Este año participan 46 hermandades, entidades, congregaciones y movimientos seglares de la ciudad. Durante los tres días, 23, 24 y 25 de febrero, se imparte a la reserva la Bendición con el Santísimo Sacramento y en el último día, se realiza Procesión Claustral con su Divina Majestad bajo palio.
María Carmona