San Isidoro de Sevilla, se cree que nació en Cartagena (Murcia) aunque no hay información concreta sobre la ciudad que le vio nacer hacia el año 556 por estar establecida allí su familia, falleciendo en Sevilla un 4 de abril del año 636 es venerado por la ciudad que le conquistó y donde desarrolló toda su cultura y vida eclesiástica, estaba emparentado con la monarquía visigoda -Recadero y Hermenegildo-.
Sus restos fueron encontrado en una basílica a las afueras de Sevilla (actual Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce). Dada las buenas relaciones entre el rey cristiano Fernando I, este se pone en contacto con el rey árabe Almotahdi que gobernaba la ciudad de Sevilla, y le pide dejar buscar las reliquias de Santa Justa y Rufina y trasladarlas a León, el rey árabe accede y se envía un séquito para la búsqueda de las santas. Tras un año de búsqueda sin encontrar los cuerpos deciden acudir al rey árabe para comunicarle su marcha, pero según las crónicas hay una leyenda que dice: << que el Obispo Alvito de León, tuvo una visión en la que se le apareció San Isidoro, y este le dice el lugar donde descansa su cuerpo, y le dice que pasado tres días; el obispo le acompañará al cielo. Alvito le comunica al rey árabe lo sucedido y pide permiso para escavar en el lugar indicado en el sueño, la comitiva se pone en camino a las afueras de la ciudad y escavan en el lugar indicado por el Obispo, y hallan el cuerpo incorrupto de San Isidoro, y al tercer día fallece el Obispo Alvito>>, una vez encontrado el cuerpo de San Isidoro, este fue posteriormente llevado a León, donde descansa en paz en la Real Colegiata Basílica de San Isidoro de la capital leonesa.
San Isidoro proviene de una familia de raíces cristianas y de profunda Fe, tanto es así, que sus padres se trasladan a Sevilla al ver amenazado el culto y práctica cristiana. Su hermano San Leandro, Obispo de Sevilla, fue quién cuidó y se encargó de la educación de su hermano Isidoro, así como de sus otros hermanos, que curiosamente fueron todos santos.
San Leandro, labró el camino de su hermano para más tarde sucederle y convertirse en Obispo de Sevilla. El Colegio catedralicio fue su cuna de estudio, donde estudió latín, griego, o hebreo con gran dominio, se orientó en las lecturas de San Gregorio Magno, San Agustín de Hipona y de otros Padres de la Iglesia. Debido a su exquisito aprendizaje y gran conocimiento, estos le valieron para implicarse en la sociedad española, tanto a nivel cultural, político y religioso, de ahí que sus opiniones se tuvieran en cuenta por el rey y sus consejeros, pues la vida social y política de la época no era fácil, pues la decadencia y transición entre la Edad Antigua y la Edad Media dio lugar a nuevas nacionalidades de influencias germanas y bárbaras, de ahí que pusiera todo su conocimiento y recursos pedagógicos para contrarrestar estas. Fue tal su influencia que en el IV Concilio de Toledo, establece que todo el clero siguiese unas bases educativas y de formación teológica-religiosa, que serviría como prototipo de lo que conocemos como seminarios.
Sus milagros, el celo de su profunda creencia, su sabiduría y el cuidado de la predicación y enseñanza de la Fe Católica, sin duda le serviría para que la Santa Sede lo canonizara en 1598 y el Papa Inocencio XIII, lo nombrara en 1722 como Doctor Universal de la Iglesia Católica, siendo el último Padre de la Iglesia de origen Latino.
Entre sus obras literarias San Isidoro, fue muy prolífico, donde realizó muchísimos trabajos en distintas facetas académicas y literarias, realizó trabajos de geografía, historia, astronomía, biografías, teología, diccionarios, enciclopedias, ensayos, escribió sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento, etc. Entre los trabajos más conocidos y es digno de ver están las Etimologías (una enciclopedia que abarca casi todos los campos conocidos de las ciencias de la antigüedad), San Isidoro, fue considerado como un hombre de gran sabiduría en su época, así como Maestro de la Edad Media.
Entre las curiosidades, veneraciones, procesiones o patronazgos, la figura de San Isidoro, podemos verla en los escudos de algunos colegios profesionales como de Humanidades, Filósofos, Filólogos, Historiadores, Geógrafos, Geodestas, Topográfos, o de Internet, aparece además como insignia del escudo de la ciudad de Sevilla o en el Pendón del Ayuntamiento de la ciudad o en escudo insignia del Sevilla FC; una escultura de San Isidoro, preside las escalinatas de la Biblioteca Nacional en Madrid. Hoy día en la ciudad de León se celebran “Las Cabezadas”; que tienen su origen con motivo de las oraciones y suplicatorios de los feligreses para traer la lluvia a sus campos, debido a las grandes sequías que padecían. En nuestra ciudad de Sevilla, en la festividad del Corpus Christi procesiona la imagen de San Isidoro de Sevilla, imagen que permanece todo el año en el altar de la Santa Iglesia Catedral. Algunas de sus frases y Oraciones más conocidas son:
“…debes compartir lo que sabes y además lo que aprendes y así la sabiduría podrá alcanzarte.”
“…entiendes que en el dolor se te prueba, para que no te abatas, entiende que se te prueba en la prosperidad, para que no te exaltes.”
“Aquí estamos, Señor Espíritu Santo.
aquí estamos, frenados por la inercia del pecado,
pero reunidos especialmente en tu Nombre.
Ven a nosotros y permanece con nosotros,
dígnate penetrar en nuestro interior,
enséñanos lo que hemos de hacer,
por dónde debemos caminar…”
Pedro Rodríguez.
Fuentes consultadas. Martirologio Romanos. Enciclopedia Católica. Biblioteca de autores Cristianos. Etimologías de San Isidoro. Catedral de Sevilla. Aciprensa. Cadena COPE. Diario ABC.