Es una gran ventura que el propio San Antonio María Claret pisara suelo sevillano; de hecho, los niños y las niñas del colegio Claret saben que cuando llegan a 5º de Primaria, van a descubrir la Ruta Claretiana, que se realiza cada año.
Vamos a conocer, brevemente, los principales puntos de la ciudad relacionados con Claret, pues son muchos los lugares en los que estuvo al acompañar a Isabel II en la visita real. Llegó el 18 de septiembre de 1862 y marchó el 25, volviendo el 4 de octubre. Predicó hasta en 43 ocasiones, dando muestra de su infatigable labor y empeño.
Ya había estado en dos ocasiones en nuestra ciudad pero esas estancias apenas se conocen. Y curiosidades como que pese a su estancia en la Catedral, no predicó desde el famoso púlpito del Patio de Naranjos, desde se oyó a otros tantos célebres predicadores. Visitó hasta 20 Conventos de clausura y no faltaron las visitas al Palacio Arzobispal, al Palacio de San Telmo, donde vivían los Duques de Montpensier y el Alcázar de Sevilla donde agasajaron a la reina y su comitiva.
Como curiosidad, cuando habló a los Seminaristas en la Capilla de Santa María de Jesús, es como si lo hiciera a sus hijos pues allí residieron los Claretianos desde 1911 hasta 1947 y hoy que está allí la sede del Consejo de Hermandades, no podemos pasar por alto que Claret es el primer Santo cofrade, concretamente de dos hermandades de Sevilla: la Caridad y el Silencio. De esta última fue hermano de nómina por petición propia.
Qué duda cabe que la huella de San Antonio María Claret se refleja también en su iconografía, a través de cuadros y cerámicas. Quisiera destacar el lienzo que hay en la Parroquia de San Antonio María Claret, que refleja la Nochebuena de 1864 y que él mismo describió:
“Esta noche la Virgen Santísima ha puesto al Niño Jesús en mis brazos. ¡Ay! ¡Cuán hermoso era!”.
Los claretianos llevaban décadas ejerciendo su apostolado en Sevilla cuando por fin llegó su colegio, uno de los más conocidos de la ciudad, identificado plenamente con el peculiar y bonito barrio de Heliópolis. El 2 de marzo de 1940 llegaron al mismo los claretianos P. Mariano Mediavilla (con calle dedicada cerca del colegio), P. Dimas Gómez y el P. Manuel Mallén (la calle Mallén está dedicada a un presbítero de san Roque). En la actualidad 2.300 escolares reciben allí una educación integral católica.
En 1958 otra calle del colegio es rotulada en honor del santo.
La Parroquia de San Antonio Mª Claret
En los días previos a la festividad se celebra un Triduo y desde hace pocos años, se celebra la procesión de San Antonio Mª Claret en su festividad, el 24 de octubre.
La parroquia es un interesante templo neoclásico de grandes proporciones y curiosa espadaña con reloj. En su interior alberga los restos de los mártires claretianos de Sigüenza y Fernán Caballero. Es la orden que tuvo más mártires en la Guerra Civil.
Resulta llamativo que no se conserven reliquias del santo ni ningún objeto personal en Sevilla.
La familia claretiana en Sevilla
En 1987 se constituye la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María y Hermandad Sacramental del Santo Cristo de la Misión, Nuestra Señora del Amparo, San Juan Evangelista y San Antonio Mª Claret. Desde 2007 tiene carácter penitencial y procesiona el Viernes de Dolores.
Otro enclave claretiano es la vecina residencia de ancianos.
Dentro de la familia claretiana, los seglares realizan una labor encomiable a través del Centro de atención a la familia Clará.
Por último, no podemos dejar de mencionar a las claretianas, que son las grandes desconocidas. Están en Sevilla desde 1965 pero el no tener colegio influye, sin duda, pero considero que también su callada misión en favor de los inmigrantes en el proyecto “Nazaret” de Cáritas. No obstante los feligreses la Parroquia Nuestra Señora de la Antigua y Beato Marcelo Spínola, en Sevilla Este, sí conocen bien su labor catequética y de pastoral.
En Sevilla también tiene presencia el Instituto Secular Filiación Cordimariana, de mujeres seglares consagradas. Se presentan con este alentador mensaje:
“Conscientes de las dificultades de nuestra misión, siempre abrazaremos en nuestro corazón las palabras de nuestro Santo Fundador: «Permaneceréis en el corazón de María, y esto será suficiente».”
Virginia López
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