Cuando uno llega a la finca El Pino se encuentra una puerta siempre abierta; un camino y al final, un edificio en el que desde hace 18 años se oyen historias de superación y de lucha…
Es este un lugar que nació para ofrecer formación y acompañamiento a menores tutelados por la Junta de Andalucía, españoles o extranjeros, que se encontraban fuera del sistema educativo. Pero en este lugar lo que se transmite es mucho más, se enseñan valores, a compartir, a entender al otro, independientemente de donde venga…
En El Pino la escucha es la base del trabajo y es la tarea de los diez profesionales que lo atienden, desde trabajadores sociales, mediadores, psicólogos, educadores o monitores de los talleres.
Jóvenes como en su propia casa
En la finca El Pino lo primero que se pretende conseguir es que cada joven se sienta a gusto, se sienta en su propia casa. Para conocer los entresijos de este apasionante proyecto nos atiende Irene, ella es la directora del centro y lleva aquí desde el mismo día de su inauguración.
No nos extraña, después de dar una vuelta por la finca que recuerde cada historia y cada circunstancia; “No es posible elegir una historia entre tantas que han pasado por aquí. A veces se nos hace difícil; he llorado muchas veces con los jóvenes cuando recuerdan a sus familias o echan de menos a su madre. Es duro, pero por eso da tanta alegría comprobar que con el paso de los años salen adelante, logran un trabajo y pueden ayudar a sus familias».
Para Irene también son duras las historias de los chicos y chicas españoles tutelados que llevan consigo una mochila de dolor y desesperanza por todo lo que les ha tocado vivir. En la finca encuentran un pequeño mundo donde solucionar lo que la vida les ha estropeado.
La finca El Pino, proyecto de las Hijas de la Caridad
Este proyecto, puesto en marcha por las Hijas de la Caridad, ofrece talleres formativos de mantenimiento de edificios, ayudante de cocina, servicio básico de restaurante, bar y cafetería, y taller de peluquería y estética. Esta formación se desarrolla durante todo el curso escolar y se potencia la formación práctica para que puedan incorporarse al mercado laboral más fácilmente. También se imparten talleres de español.
La atención está personalizada al máximo, estudiando y atendiendo a las características especiales de cada chico o chica. Desde su inauguración, hace 18 años, se han atendido en El Pino a más de 2000 jóvenes, entre 80 y 100 cada año.
Este proyecto también cuenta con varios pisos tutelados para atender a los jóvenes que una vez cumplida la mayoría de edad pierden los recursos que les ofrece la Junta de Andalucía. Es esta una realidad poco conocida, y es que el mismo día que cumplen 18 años, estos jóvenes deben abandonar las casas de acogida y muchos no tienen un lugar en el que vivir.
Mensaje de San Vicente de Paúl
Para entender el mensaje de San Vicente Paúl, fundador de las Hijas de la Caridad, que transmite El Pino hay que conocer a sus protagonistas, a los chavales que han pasado por aquí, como Mohamed, que hoy, 15 años después de su marcha vive en Sevilla, tiene un hijo y agradece la atención y la ayuda que le ofrecieron en El Pino; “Siempre los he considerado mi propia familia. Ha sido la familia que he tenido desde que llegué. Y los primeros años fueron difíciles”.
De igual forma se expresa Ibrahim, hoy fuera de El Pino, en su propia casa y con su propia familia; “Me acuerdo muy bien del primer día, me atendieron, me escucharon y me enseñaron español”.
El Pino es un proyecto en continuo cambio y que se adapta a las nuevas necesidades que van surgiendo. En estos momentos está activo un programa de garantía alimentaria que nos explica Trini, psicopedagoga; “El coronavirus está dejando a muchas familias sin ningún tipo de ingreso, así que actualmente atendemos a 35 familias a las que les facilitamos quincenalmente productos básicos de alimentación e higiene. Me sorprende no sólo que haya tantas personas pasándolo mal, sino que se muestren tan agradecida, pese a los momentos tan difíciles que están viviendo. Este trabajo resulta muchas veces duro por las historias que conocemos, pero otras muchas son muy gratificantes y nos hace crecer como personas”.
Textos e imágenes:
Beatriz Galeano y Esther Barrasa
Más información
La finca El Pino es uno de los proyectos a los que ayuda la Fundación DEPAUL, una fundación de las Hijas de la Caridad que acaba de nacer para recaudar fondos para los proyectos que tienen en marcha las hermanas y que necesitan más recursos.
Si quieres conocer más detalles de la Fundación en la web FUNDACIÓN DEPAUL
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