Nuestro mayor tesoro es el depósito de la fe que llevamos en nuestro frágil corazón. María nos hará sentirnos fuertes ante las adversidades, acompañando y acompasando nuestro vivir. Confía.
V. Reina del Cielo, alégrate, aleluya.
R. Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.
V. Ha resucitado según su palabra, aleluya.
R. Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
V. Goza y alégrate Virgen María, aleluya.
R. Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.
Oración: Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
Imagen: Ntra. Sra. de la Esperanza. Hermandad de la Trinidad (Sevilla)