Decía recientemente nuestro Arzobispo, D. Juan José Asenjo Pelegrina, que confiaba en la Providencia de Dios. Con ello nos transmite un mensaje común a todos los creyentes, que confiemos en la Providencia. Pero esta idea no nos puede llevar a una actitud pasiva. Siempre se dijo, y el saber popular es mucho, que «a Dios rogando y con el mazo dando». Evidentemente el refrán tiene algunas interpretaciones posibles. Una nos lleva a la idea esencial de la acción. Ya nos dijo el Papa Francisco que «no podemos mirar para otro lado».
El mundo actual, nuestra sociedad necesita cambios urgentes, y ello precisa de la acción de todos. El Papa Francisco al hablar de la Creación y de la evolución del mundo y la sociedad, en la Carta Encíclica Laudato Si, nos plantea que el fin de la historia no ha llegado y que somos co-creadores con Dios de las realidades, papel alcanzado debido a nuestro desarrollo intelectual, capacidades materiales y evolución espiritual.
Hablaremos mucho este año del sentido de la Misericordia. Nos dice el Papa Francisco: «los signos que realiza Jesús, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes, llevan consigo el distintivo de la Misericordia. Nada en Jesús es falto de Compasión».
Tenemos mucho que meditar este año, y mucho que hacer. Me pregunto hoy ¿qué signo de misericordia vamos a tener esta semana con los que lo necesitan? ¿Miraremos en la dirección correcta?