El Domingo de la Misericordia en una Europa sin misericordia

refugiados-efe-europa--620x349El Papa Juan XXIII manifestaba en una Carta Encíclica que «la paz, suprema aspiración de la humanidad, entre todos los pueblos ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad». También nos decía que «la paz no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios».

Cuando vemos el vergonzoso e inicuo acuerdo de Europa sobre los refugiados da la impresión que no coincide con el orden querido por Dios al que nos invita el Papa Juan XXIII. Han pasado muchos años de este mensaje y hemos avanzado muy poco en la senda de la paz. La guerra es hoy un problema global porque existe en muchos puntos del planeta por razones energéticas, económicas y de control geopolítico; guerras que al iniciarse se contaminan de intolerancias y radicalismos, y al final olvidamos sus orígenes, con lo cual no atinamos con las soluciones, que no pueden ser la muerte y el sufrimiento. Esto está muy alejado de la Misericordia.

papa y refugiadosDecía el Papa Francisco en 2013 que «un poco de misericordia hace el mundo menos frío y más justo. Necesitamos comprender esta misericordia de Dios». El domingo festejaba la Iglesia el Domingo de la Misericordia, y me acordé de Idomeni en Grecia, una vergüenza para una Unión Europea a la que pertenecemos. ¿Podemos sentirnos orgullosos de pertenecer a un club alejado de la misericordia? ¿No tenemos nada que decir los católicos de a pie a este desatino?

El Presidente de Cáritas Internacional, el Cardenal Luís Antonio Tagle, ha dicho que «deplora la ceguera ante refugiados e inmigrantes». No podemos olvidar que nuestro Papa Francisco es el Papa de la Misericordia, idea que impregna su Pontificado y nos debe inspirar a todos.

Fotografías de EFE