Un grupo de 15 jóvenes de la Pastoral Juvenil de Sevilla ha decidido pasar este año una Semana Santa diferente. Se marcharon el Miércoles Santo a El Castillo de las Guardas para vivir de otra manera el Triduo Pascual, preparando las celebraciones litúrgicas, orando y conviviendo. Uno de ellos, J. J. Martínez Escobar, ha querido compartir su experiencia en el blog «Semillas de fe».
Esperanza, novedad, unión, diferencia, amor… Son palabras que a simple vista no tienen una conexión con la siguiente, pero que se convierten en la mayor de las cadenas si Él es el eslabón que las une.
Estas son algunas de las palabras con las que se quedaron los jóvenes que asistieron a la Pascua 2018 de la Pastoral Juvenil, como piezas sueltas. Estos chicos vinieron con solo una intención, pasar una Pascua más allá de las tradiciones que la ciudad les ofrece en sus calles, algunos con algo de miedo o extrañados de no estar en sus parroquias o hermandades.
Comenzaron este viaje de apasionantes y escasos cinco días, donde la acogida, la organización y la oración estaban creciendo a medida que pasaban las horas. Jesús se hacía más presente en cada momento; preparativos, estrés y mucho descanso estaban garantizados en el hermoso Triduo Pascual que se ha vivido este 2018 en la parroquia del Castillo de las Guardas, donde un grupo de 15 jóvenes, decidieron abandonar sus casas para entregarse en cuerpo y alma a Dios.
El resultado de esta segunda Pascua Joven no ha sido otro que la emoción, el encuentro, la amistad y el amor. Todo gracias a la impresionante acogida del pueblo, la labor de estos jóvenes y el tesón de los inmejorables sacerdotes que hicieron posible tan increíble Pascua.
J. J. Martínez Escobar, estudiante de Periodismo. 3 de abril de 2018