¿Qué tiene que ver la Virgen de la Merced con las cárceles y cautivos?
Muchos siglos de tradición corroboran la especial dedicación de los mercedarios y de la vocación de la Merced por los que sufren cautiverio, por los presos y por los esclavos. De ahí nace realmente esta devoción.
Santa María de la Merced es ciertamente una invocación antigua que expresa un aspecto esencial del misterio de María.
Evoca su presencia maternal y misericordiosa a favor de los “que se hallan en peligros y ansiedad, para que, rotas las cadenas de toda opresión, alcancen la plena libertad del cuerpo y del espíritu”.
Cadenas físicas y espirituales
Es la patrona de los cautivos, no solo físicos, sino también cautivos espiritualmente y de todos aquellos que son los más marginados de la sociedad.
Merced, en la Edad Media es sinónimo de misericordia, piedad o compasión, ejercida para con aquellos que se hallan privados de libertad y en peligro de perder su fe cristiana.
“La misericordia mercedaria es efectiva y afectiva, no humilla a la persona humana, sino, por el contrario la redime y libera, la dignifica. De esta misericordia está necesitado el mundo actual”, explica la orden de los mercedarios.
Hasta vísperas de la Revolución Francesa, los mercedarios llamados por la Virgen de la Merced redimieron unos 70.000 cautivos y profesaban un cuarto voto: «quedar en rehenes, si fuere preciso, en lugar de un cautivo, sobre todo si su fe peligraba».
En 1779 la Orden de la Merced realizaba la última redención de cautivos; la esclavitud quedaba oficialmente suprimida.
Tras la abolición oficial de la esclavitud en el siglo XVIII, se abre una nueva etapa para la orden de la Merced, de reflexión y búsqueda de una acción carismática y redentora que sintonice con sus orígenes.
Existen los cautivos por la fe, ni los esclavos, pero existen nuevas formas de cautividad: los refugiados, exiliados, inmigrantes o prisioneros son los preferidos de esta congregación. Su misión es defender la defensa de los derechos de todos aquellos que están faltos de libertad.
Contra la opresión
El carisma y misión actual de los mercedarios se refiere a las nuevas formas de cautividad, que se dan allí donde hay una situación social en la que ocurren las siguientes condiciones:
1. es opresora y degradante de la persona humana;
2. nace de principios y sistemas opuestos al evangelio;
3. pone en peligro la fe de los cristianos; y
4. ofrece la posibilidad de ayudar, visitar y redimir a las personas que se encuentran dentro de ella.
Fuente: Aleteia