María Velasco Gallardo es una joven periodista y profesora de Secundaria, antigua alumna del colegio Ntra. Sra. de las Mercedes de Sevilla. Su testimonio es doble. Habla en su nombre y en el de una mujer que entregó su vida a Dios y a los demás: la hermana María Reyes, que vivió cultivando y desarrollando las dotes del entendimiento y del corazón en todas las alumnas que pasaron por su mano. Fue una mujer alegre, fuerte, acogedora,correcta, simpática, amable… Siempre disponible a la voluntad de Dios. Este testimonio de fe y esperanza es el homenaje a esta misionera de la Doctrina Cristiana.
La hermana María Reyes nació el día 18 de Noviembre de 1929 en Sevilla, ciudad a la que amó profundamente y de la que se sentía muy orgullosa. Ingresó en 1953 en la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Doctrina Cristiana, consagrando su vida a Dios y a los hermanos más pobres. Tomó los hábitos en junio 1954, su primera profesión fue en junio de 1956 y los votos perpetuos los celebró el día 20 de junio 1962.
Estos datos son un simple esbozo de su vida, pero lo más importante no está marcado en un calendario, ya que la huella que esta religiosa y maestra ha dejado en sus alumnas difícilmente puede señalarse en cifras. Recuerdo claramente sus palabras: «Debes intentarlo aunque creas que es imposible, porque si no lo intentas nunca aprenderás a hacerlo…». Y ante mi resistencia a solucionar aquella división imposible que ni entendía, ni me salía, ni se me daba bien, de nuevo los buenos consejos de la hermana María Reyes: «Precisamente por eso, debes intentarlo”.
Cuando cumplió 85 años, la Hermana María Reyes se abrió un perfil en Facebook. La encontré por casualidad, sin esperarlo. Nunca la olvidé aunque hacía casi dos décadas que había dejado de ser mi maestra. Contacté con ella y le propuse visitarla, quería saber qué tal estaba. Eso fue hace dos años. Estuvimos hablando mucho tiempo y nos pusimos al día de nuestras vidas. Desde ese momento, la Hermana María Reyes me escribía por WhatsApp y nos veíamos cada dos o tres meses. Hace un mes nos vimos por última vez.
Desde que por razones de trabajo me tuve que trasladar a Santa Olalla, había espaciado mis visitas y me escribió molesta y con razón. Volví a visitarla y le confesé mis miedos por los exámenes para aprobar una oposición; le rogué que pidiera a Dios por mí, que seguro que a ella la escucharía. La Hermana volvió a convertirse en la maestra que nunca dejó de ser y volvió a repetirme: «No necesito pedirle a Dios, desde los nueve años sé que ibas a resolver esa división. Eres de ese tipo de personas valientes que no se rinden al primer contratiempo, que no paran hasta conseguirlo, que no se amedrantan en los obstáculos…». Sin embargo, insistí e insistí hasta que accedió a pedir por mí. Hace una semana me escribió para desearme mucha suerte y para recordarme que rezaba por mi examen todos los días.
Acabo de enterarme de su fallecimiento. Y no se me ocurre mejor homenaje que con esta historia, llena de buenos consejos de superación y con esta foto de su Virgen y patrona, Nuestra Señora de los Reyes. Y también con la promesa de no rendirme nunca y seguir intentándolo siempre. Descansa en paz, amiga.
La Hermana María Reyes falleció el 25 de mayo de 2018, el Dios de la vida la llamó para el abrazo definitivo y para mostrarle el lugar que le tenía reservado, como Él nos prometió. Estuvo destinada en las Comunidades de Guzmán el Bueno (Sevilla), Fuente de Cantos, Cazalla de la Sierra, Guadalcanal, Heliópolis y Madre Mercedes, donde ha vivido el último año.