El pasado 23 de junio la Archidiócesis de Sevilla celebraba la ordenación de ocho nuevos sacerdotes. Todos coinciden en que el sacerdocio es una elección libre que «como cualquier decisión en la vida, implica una renuncia». Este es el testimonio de Antonio Jesús Salvago Duarte (31 años), uno de esos hombres que tienen por delante «una vida totalmente nueva».
Antonio se planteó por primera vez la posibilidad de ser sacerdote cuando estudiaba en la Universidad. Entre libros de Historia, una pregunta rondaba su cabeza insistentemente: “¿Señor, qué quieres que haga?”. Pero entonces no fue capaz de dar el paso, aunque el hecho de pensar en el sacerdocio no fue casual. Desde muy pequeño tuvo unos pilares en su vida que lo ayudaron a tomar esta decisión fundamental: “El primero, mi familia, mis padres se preocuparon de que recibiera una formación cristiana. El segundo, el colegio –Santa Isabel de Marchena–, con mis compañeros de clase, buenos amigos, profesores, religiosas. Y el tercero, Paz y Bien”.
«Un día mi vida descarriló como un tren»
Para este marchenero, el movimiento juvenil de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones ha sido el instrumento del que Dios se ha valido para llevarlo al Seminario. “Comencé después de hacer la Primera Comunión y con el tiempo, gracias al testimonio de hermanas como sor Carmen y sor Teresa, me hice animador”. Se encontraba “cómodo” siendo un cristiano comprometido “hasta que un día mi vida descarriló como un tren”. Fue en una convivencia donde, rezando en la capilla, le preguntó de nuevo al Señor: “¿Qué quieres que haga?” y en aquel momento Antonio le hizo la promesa de seguir siempre su voluntad.
Entró en el Seminario, el 23 de septiembre de 2012. Desde ese día, la beata Madre Carmen, fundadora de las Hermanas Franciscanas, sigue siendo su referencia. “A ella le rezo todos los días para que me sostenga. Cuando me planteaba el sacerdocio, siempre me venía a la cabeza una frase suya: «Cuando miro al cielo, se acrecientan mis deseos de ir por esos mundos a enseñar a los hombres a conocer y amar a Dios»”.
Antonio es feliz cumpliendo la voluntad de Dios. Esa alegría fue desbordante en la Catedral el pasado sábado 23, día de su ordenación: “Tengo que vivirlo con el corazón en fiesta, con la seguridad que da el saberme escogido por el Señor, aunque conozca mis ilimitadas limitaciones”.
Antonio Jesús iniciará su trabajo pastoral como vicario parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción en Mairena del Alcor: «Cada parroquia o comunidad tiene su propia historia de salvación y nosotros solo somos un instrumento de esa historia». Su primera Misa se celebrará el 30 de junio a las 11.00 horas en la Iglesia de Santa Isabel de Marchena.