Después de la liturgia de la Palabra, vista en los domingos anteriores, nos adentramos en la segunda parte de la Misa a la que también dedicaremos varios domingos.
Unidad de la Misa
Ante todo, hay que considerar la unidad intrínseca del rito de la santa Misa. La liturgia de la Palabra y la liturgia eucarística —además de los ritos de introducción y conclusión— están estrechamente unidas entre sí y forman un único acto de culto. En efecto, la Palabra de Dios y la Eucaristía están intrínsecamente unidas. Escuchando la Palabra de Dios nace o se fortalece la fe (cf. Rm 10,17); en la Eucaristía, el Verbo hecho carne se nos da como alimento espiritual. Así pues, la Iglesia recibe y ofrece a los fieles el Pan de vida en las dos mesas de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo. Por tanto, se ha de tener constantemente presente que la Palabra de Dios, que la Iglesia lee y proclama en la liturgia, lleva a la Eucaristía como a su fin connatural.
Estructura general de la liturgia eucarística
En la última Cena, Cristo instituyó el sacrificio y convite pascual, por medio del cual el sacrificio de la cruz se hace continuamente presente en la Iglesia cuando el sacerdote, que representa a Cristo Señor, realiza lo que el mismo Señor hizo y encargó a sus discípulos que hicieran en memoria de él.
Cristo, en efecto, tomó en sus manos el pan y el cáliz, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad, comed, bebed; esto es mi Cuerpo; éste es el cáliz de mi Sangre. Haced esto en conmemoración mía. De ahí que la Iglesia haya ordenado toda la celebración de la liturgia eucarística según estas mismas partes que corresponden a las palabras y gestos de Cristo. En efecto:
1) En la preparación de las ofrendas se llevan al altar el pan y el vino con el agua; es decir, los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos;
2) En la Plegaria eucarística se dan gracias a Dios por toda la obra de la salvación y las ofrendas se convierten en el Cuerpo y Sangre de Cristo;
3) Por la fracción del pan y por la Comunión, los fieles, aun siendo muchos, reciben de un solo pan el Cuerpo y de un solo cáliz la Sangre del Señor, del mismo modo que los Apóstoles lo recibieron de manos del mismo Cristo.
Así toda la segunda parte de la Misa se estructura en torno a los gestos y las palabras que realizó el Señor en la Última Cena. Gestos que también realizó el Señor en las multiplicaciones de los panes y en la Cena con los discípulos de Emaús una vez resucitado. Para mayor claridad visual lo ponemos en el siguiente cuadro:
El Señor en la Última Cena: | La Iglesia en la Eucaristía: |
1) Tomó el pan y el vino | 1) Presentación de las ofrendas |
2) Dio gracias | 2) Plegaria Eucarística o de acción de gracias y consagración |
3) Partió el pan | 3) Fracción del pan con el canto Cordero de Dios |
4) Y lo dio a sus discípulos | 4) Rito de la comunión |