Hagamos un breve paréntesis en el blog en relación con los textos que dedicamos a Christus Vivit. La razón es el Día de la Madre.
Para muchas personas el origen y la intención de tal día es por intereses comerciales. Es posible, pero es bonito, y justo, dedicar un día a las madres. Madres enel mundo hoy hay en muchas situaciones. Hay madres en situaciones desahogadas y felices, para ellas tenemos también un recuerdo. Pero hay madres que sufren por muchos motivos en un mundo sin misericordia con los débiles. Madres educando a sus hijos e hijas en soledad y, a veces, con muchos apuros. Hermanas que actúan como madres. Madres espirituales de la vida consagrada a las que muchos deben tanto con un papel esencial en la formación de sus colectivos. Madres en edad avanzada en geriátricos que deben sentirse muy queridas. Madres que afrontan la maternidad en solitario que necesitan encontrar acogida, concepto esencial del Papa Francisco, en nuestra sociedad. Tías que son madres en las familias. Madrinas que son auténticas madres. Madres que lo son de todo su bloque de vecinos o su barrio. Madres en países en guerra viendo morir a sus hijos o muriendo ellas mismas por armas que se venden debido a un execrable negocio que el Papa Francisco denuncia con contundencia. Madres migrantes arrastrando a sus hijos implorando un lugar donde vivir. Madres en hogares con pobreza energética. Madres que no llegan a fin de mes. Hay muchas madres que sufren y para ellas queremos tener un recuerdo muy especial en este blog; y también pedimos para ellas una oración. Pedimos para ellas, no regalos comprados en grandes almacenes, sino amor, justicia, paz y misericordia. Deseo tener aquí un mensaje de apoyo a todas las madres que conozco que cuidan a sus hijos con desvelo. Quisiera tener aquí un recuerdo también para las madres de mi familia, mi propia madre, la madre de mi esposa, y a mi propia esposa como madre. Grandes ejemplos para mí de abnegación, esperanza y amor.
El Papa Francisco ha escrito un libro magnífico, del que ya hemos hablado en este blog, Ave María (2018, Librería Editrice Vaticana). En la contraportada del libro aparece una pensamiento magistral del Papa que debemos meditar: “María es la Madre universal: dedicación total, premura, cercanía a cada hijo, a cada hija. En Ella vemos un corazón que late por todos, sin distinción. Ella es verdaderamente el rostro humano de la bondad infinita de Dios”. Todo ser humano, especialmente los cristianos, debería guardar este mensaje en su corazón y actuar en consecuencia en cada acto de su vida. Nos manifiesta en Papa en el libro: “La fe de María afrontó la incomprensión y el desprecio. María veló durante la noche del sábado santo. Su llama, pequeña pero clara, estuvo encendida hasta el alba de la Resurrección”. María es la Madre de la alegría que vivió el gozo de su hijo resucitado.
Considero que todos los que de una manera o de otra, de forma directa o indirecta, contribuyen al sufrimiento de cualquier madre del mundo, aquí o allá, deberían meditar sus acciones y pensar desde el corazón sobre la figura universal de María, la Madre universal. Que la Virgen María vele por todas las madres del mundo. Felicidades a todas las madres en el Día de la Madre.