Recientemente nos ha dicho el Papa Francisco que la Creación es un proyecto de amor de Dios por la humanidad. Nos ha recordado que nuestra solidaridad con la casa común nace de nuestra fe. El poeta John Donne escribió hace siglos que: “nadie es una isla aislado en si mismo, por eso no preguntes por quién doblan las campanas porque doblan por ti”. El Papa Francisco llama a que digamos no al individualismo. No somos algo aislado del planeta. Todo lo malo que hagamos con él nos va a repercutir.
El Papa ha realizado recientemente una llamada para que los políticos, los científicos y los economistas trabajen juntos por la protección de los mares y océanos. Resulta curioso que el Papa haga una llamada a la unión de políticos, científicos y economistas para la búsqueda de soluciones.
Desde la publicación de la Carta Encíclica Laudato Si´, en el año 2015, el Papa Francisco sigue insistiendo en actuar en relación con el cuidado de la casa común. Han pasado cuatro años desde la publicación de este excepcional documento para el bien de la humanidad, del planeta y del conjunto de la biosfera y me temo que hemos ido a peor.
¿Por qué quienes tienen que tomar decisiones no se leen y meditan la Encíclica? ¿Por qué los políticos y los economistas, que son los que toman decisiones no se la leen y la llevan a la práctica? ¿Por qué no inspira a los científicos?
Somos, de acuerdo con el Papa Francisco, co-creadores. La Creación no ha terminado y el ser humano, pleno de trascendencia, que sabe que existe como individuo y de la existencia de lo creado en el marco de una bendita evolución, debe tomar su responsabilidad ética y velar por la casa común como gestor de la Noosfera, siguiendo el concepto de Pierre Teilhard de Chardin.
En Madrid quieren matar 12.000 cotorras argentinas, miles de seres vivos, parte de la Biosfera, parte de la Creación por la que nos invita el Papa a velar, van a ser eliminados sin razones objetivas. Es un mal ejemplo de gestión de la fauna urbana que no deber ser imitado por ningún ayuntamiento. Esperemos que el Ayuntamiento de Madrid recapacite y no lo haga. Alguien pensará que tiene poca importancia estas cotorras cuando mueren tantas personas cada día por guerras, hambre y calamidades. Es cierto hay cosas muy graves en este planeta que no parecen tener solución. Pero debemos velar por la vida en su conjunto, y eso incluye lo próximo y a todo ser vivo, y seguir el mensaje del Papa Francisco: Somos co-creadores con Dios. Actuemos como tales y protejamos la vida.