Y David venció a Goliath
El cineasta norteamericano Todd Haynes es el director de “Aguas oscuras” (2019), un drama clasificable en el género del thriller judicial disponible para su visionado en plataformas. Inspirada en una historia real, la película cuenta el heroico esfuerzo de un abogado, interpretado por Mark Ruffalo, socio de un importante bufete, que acepta el caso de un granjero que está sufriendo la muerte de todos los animales de su granja. Aunque aparentemente las causas son desconocidas, él está seguro de que la culpa recae en una de las corporaciones más importantes del mundo. Pero este hecho es solo el inicio del argumento, porque la sucesión de una serie de muertes y enfermedades desembocarán en una posible conspiración empresarial de vastas proporciones.
Durante la película conoceremos el proceso que deberá atravesar el personaje de Ruffalo, que llega a poner en riesgo no solo su futuro profesional sino también la estabilidad de su propia familia. Aunque la trama del filme pudiera parecer a algunos larga o compleja, tanto Haynes como los guionistas consiguen que el espectador no se pierda en ningún momento. La cinta se beneficia de una elegante ejecución, y mantiene un alto nivel en cuanto a fotografía y ambientación. Además, incluye un claro mensaje de denuncia medioambiental, adornado con los mejores elementos del thriller.
Es la clásica historia del ciudadano de a pie que ha de enfrentarse a las grandes empresas, con sus poderes mediáticos y sus influencias judiciales, e incluso a sus propios compañeros de bufete. Únicamente contará con el apoyo que le ofrece su jefe, al que interpreta el gran Tim Robbins. El relato es una especie de “David contra Goliath contemporáneo”, en el que todo el reparto transmite perfectamente las situaciones de tensión, angustia y, en ocasiones miedo, que sufren los protagonistas. Un elenco encabezado por los ya mencionados Ruffalo y Robbins, a los que acompañan Anne Hathaway y Bill Pullman. La actriz ganadora del Oscar interpreta a la esposa del abogado protagonista, que se convierte en su apoyo incondicional a pesar del daño que puede sufrir su familia, y que le ofrece en todo momento su ayuda para que no cese en su empeño de proteger y defender a los más débiles.
Además de su denuncia medioambiental, la película incide en la importancia de la familia y de no olvidar nuestras propias raíces, de paso que critica esa ambición económica que olvida la primacía del bien de las personas. Una actitud que convierte a la sociedad en egoísta y avariciosa, ansiosa del beneficio individual e insensible a las consecuencias de unas acciones que pueden afectar gravemente a las personas y a la naturaleza.
Juan Carlos Deán del Junco
