Alberto de la Portilla y Maricarmen Tomás, pertenecen a los laicos misioneros combonianos.
Han estado de misiones en Ecuador, Mozambique y Etiopía.
Fue hacia el año 1990 cuando surgió la vocación misionera dentro del matrimonio, luego de ver la revista «Mundo Negro» y conocer la historia de los misioneros combonianos, inició en ese momento un interés de su parte por participar en encuentros y diversas actividades.
«Poco a poco fuimos formándonos y discerniendo en la vocación hasta llegar a África».
Dentro de la misión, ambos estuvieron sirviendo en el mundo de la enseñanza y la sanidad, acompañando a los jóvenes, al grupo de matrimonio, dispuestos siempre a brindar su apoyo a quien lo requiriese, enamorados de la misión y del servicio a la Iglesia.
Maricamen Tomás invitó a abrir el corazón a Jesús y a decirle sí a la vocación que cada uno ha recibido.