“A través de un retiro de fin de semana sentí la presencia de Dios en mi vida, esto hizo que, a partir de ese fin de semana, mi visión de la vida cambiara, empezando por mí misma y la gente que tengo alrededor.
Yo hasta el momento sabía que Dios estaba con nosotros y estaba en nuestras vidas, pero yo ese fin de semana aprendí a identificarlo en los demás, sentía la necesidad de buscarlo en los demás, porque al final, Dios está alrededor nuestras a través de la gente que nos rodea, entonces sentí la necesidad de buscarlo y saber más de él y empecé a buscar en la Iglesia grupos done pudiera desarrollar esta faceta, esto ha hecho que me sienta más feliz conmigo misma y con los demás, porque he aprendido a perdonarme, a entender que Dios me quiere como soy, con mis defectos y con mis virtudes. He aprendido también a encontrar a Dios en cada una de las personas que me rodea”.