En 2007, Eduardo Verástegui, muy conocido entonces en México pero menos en España, debutaba como actor y productor de un largometraje para salas de cine, dirigido por su amigo Alejandro Monteverde. Estrenado en una plaza tan difícil como es la norteamericana, “Bella”, que así se titulaba el filme, alcanzó una recaudación de más de ocho millones de dólares, cuando su presupuesto apenas había superado los tres millones. Una verdadera ‘hazaña’ si se tiene en cuenta, además, que se trataba de una cinta abiertamente provida.
Como “Bella” no contaba con distribuidor en Europa, Verástegui organizó un pase en el cine Palafox de Madrid el 26 de mayo de 2008 para dar a conocer su producción. Más de 800 personas abarrotaban la sala. La calidad de la cinta, la valentía de sus mensajes y el carisma del actor y cantante mexicano hicieron del pase un éxito absoluto. Y “Bella”, encontró distribuidor en España. Porque con “Bella” nació European Dreams Factory, empresa andaluza de distribución cinematográfica, con la específica vocación de estrenar y difundir el cine con valores.
La película fue un éxito en España y, aunque han pasado algo más de diez años desde entonces, el tema que plantea no ha perdido actualidad. Basada en testimonios reales de inmigrantes que viven en Estados Unidos, nos presenta a José (el propio Eduardo Verástegui), futbolista de élite cuyo futuro de estrella del deporte quedó truncado por un duro suceso. Ahora trabaja en Nueva York, en el restaurante de su exigente hermano Manny (Manny Perez). Nina (Tammy Blanchard), empleada también del restaurante, llega un día tarde al trabajo… y no es el primero. Está embarazada y José se entera. Los acontecimientos posteriores componen una cadena de emotivas situaciones, que enriquecen la historia y que tocan la fibra y la conciencia del espectador.
Nunca es fácil abordar, ni en el cine ni en la vida real, una cuestión tan dolorosa y controvertida como el aborto. Pero productor y director (también guionista) lo logran con un discurso delicado y positivo, lleno de hondura y de humanidad, que evita sermonear y a la vez propone soluciones. “Bella”, que ganó el Premio del Público en 2006 en el Festival de Toronto, y otros cinco galardones más entre 2007 y 2008, es un emotivo canto al amor y a la unidad, abierto a la trascendencia. “Más de 2.000 bebés se han salvado por la gracia de Dios a raíz de esta pequeña película llamada ‘Bella’, y a muchos de esos bebés los he cogido en brazos”, ha declarado Eduardo Verástegui en varias ocasiones. Y es que cada vida es Bella.
Juan Jesús de Cózar