Nuestra Señora del Santo Rosario, consoladora de los tristes, te pedimos que sepamos acompañar a aquellos hermanos que pasan cualquier
Angelus
El fin último de la oración no es un “cosa”, sino la amistad con el Señor, en la que radica
La misericordia de Dios sana el corazón herido. Regala misericordia y acoge aquellos que los hermanos te entregan a pesar
Cuidar la Creación en una bella forma de amar a Dios, de no olvidar quien es el Señor y Dios
Como María, sabemos estar junto a los que sufren, alegrarnos con los que se alegran. Hacernos todo para todos, en
Jesús es el camino que nos lleva al Padre, pero Tú y tu vida también puede ser la única oportunidad
Ser la compañía que otros necesitan, el hombre donde los tristes puedan llorar, la sonrisa que al afligido le falta,
La vida no es un problema, al contrario es por siempre una oportunidad de ser feliz y de hacer felices
Mirarnos en Tus ojos, María, es punto cierto de partida cada día y encontrarnos con ellos cada noche es certeza
Oremos incesantemente para que así nuestro corazón sea purificado de aquello que nos pueda alejar de la voluntad de Dios.