Necesitamos llevar al mundo la bondad de Dios, miremos a la Virgen María y aprendamos a enternecer nuestro corazón como
Angelus
María, la Madre que Jesús nos ha regalado a todos, puede siempre sostener nuestros pasos, puede decir al corazón, “levántate,
¡Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad! ¡Aquí estoy Señor, para amar sin medida! ¡Aquí estoy Señor, porque tú
“Oremos hoy por todas las familias del mundo para que logren responder a su vocación tal y como respondió la
Señor Jesús, el hombre en este suelo cantar quiere tu amor, y, junto con los ángeles del cielo, te ofrece
El Padre eterno te engendró en su mente desde la eternidad, y antes que el mundo, ya eternamente, fue tu
Oh Rey de las naciones y deseado de los pueblos, piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos
Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen
Oh Adonai, pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el
Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza