No hay un misterio mayor que la complicidad que surge desde que descubres que hay una vida nueva dentro de ti. No siempre es idílico. Desafortunadamente, habrá muchas situaciones lejos del cariño o la ilusión típicas de este descubrimiento. Aun así, es un momento tan especial que será difícil de olvidar.
En estos días en los que es motivo de celebración es bonito recordar la maternidad. Desde el día en que recibes la noticia un aluvión de nuevas sensaciones te sorprenden, sea la primera o la cuarta vez que los vives. Ningún detalle es igual y toda situación tiene su particularidad.
Nacimientos, primeras sonrisas, primeros pasos, abrazos nuevos, besos inesperados, progresos en la educación, ayuda desinteresada, los mejores compañeros de nuevas batallas…
Por contra, vendrán cambios radicales en tu día a día, sacrificios laborales, decisiones difíciles, enfermedades no esperadas que duelen como propias, noches en vela, falta de tiempo para llegar a todo…
Polos opuestos que hacen aún más enriquecedora la maternidad. Una nueva forma de vivir que vas aprendiendo y experimentando, con ayuda, pero con mucho de intuición.
Es una vivencia que, lejos de la imagen ideal que muchas veces muestran las redes sociales, no es fácil pero sí maravillosa.
Vivir cada día dejándote sorprender y saliendo al encuentro de nuevas experiencias. No hay mayor magia que la del amor entre madres e hijos.
María Eugenia de Burgos, publicista.