¿Conoces a Santa Rosalía, la santa contra las epidemias?
Santa Rosalía permaneció durante siglos oculta y sus milagros le fueron atribuidos a sus huesos, cinco siglos después de su desaparición.
Rosalía Sinibaldi fue una joven que vivió en la Italia del siglo XII. Hija de unos nobles que al parecer descendían del mismísimo Carlomagno, Rosalía creció en su Palermo natal hasta que decidió recluirse del mundo en un lugar llamado Monte Pelegrino.
Rosalía vivió como una eremita en una cueva en la que dejó escritas estas palabras: “Yo, Rosalía, hija de de Sinibaldi, Señor de las Rosas y Quisquina, he tomado la resolución de vivir en esta cueva por amor a mi Señor Jesucristo”. Y allí permaneció hasta su muerte en 1166.
Cinco siglos después, en 1625, la ciudad que vio nacer a la piadosa Rosalía se encontraba sumida en una terrible epidemia de peste.
Fue entonces cuando un cazador aseguró haber tenido una revelación de una muchacha que le pedía que acudiera a una cueva del Monte Peregrino a recuperar sus huesos.
Según el cazador, que encontró los restos de Rosalía y su mensaje grabado en la pared, hizo lo que la futura santa le pidió: recorrer tres veces la ciudad de Palermo con sus huesos. Al poco tiempo, la peste desapareció.
Rosalía fue elevada a los altares y la ciudad la acogió como su santa patrona llamándola cariñosamente como “La Santuzza”, “La Santita”.
En el lugar donde se encontraron sus restos se erigió un santuario. A ella se dirigen oraciones de ayuda y consuelo en momentos difíciles.
Santa Rosalía tiene dos festividades, el 15 de julio y el 4 de septiembre y se la considera una de las santas protectoras contra las epidemias y las enfermedades infecciosas.
Curiosamente, en el año en el que tuvo lugar la intercesión milagrosa de los restos de santa Rosalía, el famoso pintor flamenco Anton van Dyck se encontraba en Sicilia.
Había llegado poco antes, invitado por el virrey, por lo que fue testigo directo de los dramáticos acontecimientos de la isla.
Conmovido por los hechos, van Dyck pintó una serie de cuadros reflejando el drama que vivió Sicilia y también el milagro de la santa a la que inmortalizó en varios lienzos ayudando a difundir su historia y su milagro.
Fuente: Aleteia