Cristian Robles (Houston, Texas. 1996)
Fue en la Jornada Mundial de la Juventud, de Cracovia, en el año 2016, cuando, en mitad de una crisis de fe, encontró el sentido de su vida. “Antes no pensaba en el matrimonio y mucho menos en el presbiterado. Un sacerdote de un seminario Redemptoris Mater me ayudó y guío en el proceso de reconciliación con Dios. En ese momento encontré el sentido de mi vida, descubrí que Dios me estaba llamando a algo más y no sabía a qué”. Escuchando la homilía del papa Francisco sobre la figura de Zaqueo y las catequesis impartidas por Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumanal, “se despertó esta vocación que me empujó a levantarme cuando se hizo la llamada vocacional para el presbiterado”.
Sobre los pilares de su fe, Cristian reconoce la importancia de su comunidad Neocatecumenal, la de Sevilla y la de Houston. “Son para mí una familia. Son quienes me levantan cuando estoy decaído o en crisis, los que me dicen la verdad y las cosas tal y como son. Los que rezan por mí, ya sea que esté en España, EEUU o también cuando estuve en misión en la República Dominicana. Igualmente digo sobre mis padres, sobre su fe y su comunidad. Sin ellos yo no estaría en el seminario. Esta vocación es un fruto de ellos: de mis comunidades, de mis catequistas y de la fe de mis padres”, reconoce.
Eucaristía, Palabra y comunidad
Este joven seminarista afirma que su fe se asienta sobre tres pilares fundamentales: “celebración de la Palabra (en la que Dios me habla a través de la Sagrada Escritura y en la que comparto esta experiencia con los demás hermanos), la Eucaristía y la convivencia (sea con mis hermanos del seminario o de mis comunidades).
Dar la vida
Considera que “dando la vida”, es la forma en la que un sacerdote en la actualidad puede dar testimonio de Cristo vivo. “Si los demás ven eso en mí, mi entrega, surgirá en ellos esa curiosidad de conocer de dónde viene esa alegría de dar la vida. Al final la Eucaristía es eso: Jesús dando su vida por todos para que se salven a través de su misterio pascual. Ver que en la Eucaristía el Señor es la Pascua, que pasa y te renueva, te levanta interiormente y hace que puedas descubrir la verdadera felicidad en la entrega generosa por los demás, igual que Él hace por Ti”.
Pastoral
Cristian Robles ha ejercido su pastoral en la Parroquia del Ave María y San Luis, de Dos Hermanas. También ha estado en las parroquias San Gil Abad, Nuestra Señora de Fátima (los Rosales), Nuestra Señora de Gracia (Almadén de la Plata) y San Bartolomé (Real de la Jara). Este último año estuvo de misiones en La Vega, República Dominicana.
“Ha sido una gran bendición haber estado en todos estos sitios en la pastoral porque me ayudó a crecer como un cristiano dispuesto a dar su vida por el Señor, de conocer quién soy, amar mis debilidades y ver cómo Dios hace su obra maravillosa a pesar de ellas. He conocido personas que Dios ha puesto en mi camino en aquellos sitios para mi madurez y crecimiento tanto en mi persona como en la fe. Gracias a ellos soy el hombre que está aquí hoy”.
Cumplidor de promesas
Sobre su inminente ordenación diaconal afirma que su oración de gratitud a Dios es muy sencilla: “Señor, gracias por todo lo que hiciste, estás haciendo y harás. Eres un cumplidor de promesas, hacedor de milagros. Bendito seas por las personas que pusiste en mi camino para crecer y hacer grandes maravillas. Esta es tu obra, no la mía”.
