En todas sus formas
Es el Tiempo de la Creación, época idónea para recordar que defender la vida es defenderla en todas sus formas, porque la vida de todos los seres en este mundo está interconectada y es interdependiente. A esta conclusión es fácil llegar tras leer cualquier manual científico, pero también la Laudato SÍ o Fratelli Tutti -encíclicas recientes del Santo Padre- o la propia Biblia.
¿Qué significa interconectada e interdependiente? Que, por ejemplo, la lluvia necesita la biodiversidad en los océanos, como las aves necesitan los humedales. O que la tierra necesita la humedad como las personas necesitamos respirar. El ciclo de la vida es inviable si se manipula a los niveles actuales.
El ser humano es el más inteligente de los seres, pero también el más destructor. Hemos abusado de ese don en pro del “progreso” y nos ha llevado a un camino incierto de destrucción. Es así desde hace siglos, sin embargo, en los últimos años, la situación se ha acelerado tanto que nos acercamos a un punto de no retorno.
El cuidado de la vida es el cuidado de todas las formas de vida. Y eso incluye océanos, bosques, fauna, flora…, materia de la creación, como los seres humanos. Ambos formamos parte de lo mismo. Y la Buena Noticia, como hace 2.000 años, es que Dios está vivo. La respuesta la hayamos en el amor a la vida, este inexplicable misterio, este maravilloso regalo.
No es tan difícil, y es profundamente sanador: vivamos el mensaje a diario, respetando y amando la vida: consumiendo productos de la provincia, caminando, pedaleando y compartiendo transportes colectivos, reverdeciendo nuestras fachadas y aceras, poniendo nuestro granito de arena para que se multipliquen los árboles en mi feligresía, en mi pueblo. Defendamos la vida.
Isaac Sánchez Giménez, grupo de Ecología Integral Sevilla