El próximo viernes, Solemnidad de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María, tendrá lugar el Día del Seminario. Oraremos por las vocaciones sacerdotales y habrá convivencias vocacionales para ayudar a los jóvenes a discernir su posible llamada por el Señor al ministerio sacerdotal.
A lo mejor hay entre los lectores alguno que esté terminando ya el bachillerato, o que esté ya trabajando, o haciendo una carrera universitaria, o una formación profesional, que esté a punto de decidirse a ser sacerdote…Yo le diría que, si lo tiene pensado, que no lo deje por más tiempo, pue “la mies es mucha y los operarios son pocos”. Que en la Iglesia hace falta gente como él, con ganas de entregarse del todo a Cristo en este ministerio, que naden contra corriente en esta sociedad que tan vacío deja el corazón de muchos jóvenes. Es verdad, amigo lector, que dicho así de claro, pueda sentir un poco de miedo porque son muchas las cosas que hay que dejar; pero todo es nada comparado con la amistad plena con Jesucristo, y desde ella, el servicio en profundidad a las personas que supone el ministerio sacerdotal.
Así que, si lo piensas hablándolo con Cristo, el paso siguiente podrá ser decírselo algún sacerdote que conozcas para que te ponga en contacto con el Rector del Seminario. Otra cuestión es decírselo a la familia. A veces es difícil, pero tienes que echarle un poquito de valor. Si las cosas están claras, de aquí al fin de curso, todavía estás a tiempo de arreglarlo todo. Te ayudaremos, ya desde ahora, con nuestra oración, y tal vez algo más, ante el Señor.
Gabriel Acevedo