“Downton Abbey: Una nueva era” se alza sobre la herencia que dejaron las seis temporadas de la serie homónima (“Downton Abbey”, 2010-2015) y una primera película (“Downton Abbey”, 2019). La serie, sin duda, marcó época con una propuesta atemporal llamada a ser un clásico: por sus tramas sencillas y entretenidas, por sus personajes elaborados, por el clima refinado que se respira, por el interés de conocer cómo éramos 100 años atrás, por la elegancia del vestuario o por descubrirnos los entresijos de la aristocracia inglesa durante aquellos decenios.
Así pues, siete años después de su último capítulo se estrena un segundo largometraje. Y lo hace continuando con la historia en el punto donde la dejó, aunque añadiendo un giro inesperado: se acercan los años 30 y la abuela, la señora Grantham, hereda una casa en la costa sur de Francia, sin que se conozcan las razones. La cinta se desarrolla en torno a la búsqueda del porqué de esta herencia y las implicaciones para la familia.
A su vez, ante la necesidad de obtener fondos para mantener en pie la costosa mansión, la familia acepta un acuerdo para que se ruede una película en la casa a cambio de una cuantiosa suma de dinero. Es cine en el cine. Y durante el rodaje cambiarán muchas vidas de una u otra forma.
Por tanto, el séptimo arte toma un papel protagonista en el largometraje, dando pie a la metahistoria: un hecho histórico que condiciona la historia. El cine mudo da paso al cine sonoro, y los avances técnicos se abren paso a marchas forzadas.
La dirección de la cinta es obra de Simon Curtis (“Mi semana con Marilyn”, 2011) y el guion lo escribe nuevamente Julian Fellowes (“La Edad Dorada”, 2022). Ambos siguen la estela que la serie había marcado: entretenimiento de alta calidad sin especiales complicaciones. Al reparto de gran altura que hereda de la serie, con la impagable Maggie Smith a la cabeza, se suman Dominic West (“The Wire”, 2002), Laura Haddock (“Transformers 5”, 2017) y Hugh Dancy (“Hannibal”, 2013), que lo hacen francamente bien.
En resumen, una película ligera y amena, que disfrutarán los seguidores de la serie y que puede ser atractiva para aquellos que no la conozcan. Sin querer desvelar nada, el final del filme apenará a muchos y dará irremediablemente paso a ‘una nueva era’, tal como reza el título. Es, quizá, un buen argumento y puente para una tercera entrega que muchos estarán esperando.
Guillermo De Lara Domínguez