Nos acercamos a la Navidad, en que celebramos el nacimiento de Jesús y los misterios de su infancia, entre ellos la imposición de su Dulce Nombre. El pasado mes de septiembre la Hermandad de la Quinta Angustia acogió en nuestra ciudad el IX Congreso Nacional de Hermandades del Dulce Nombre con motivo del 450 aniversario de la fundación de la cofradía de este título, que tuvo lugar en 1572 en la parroquia de San Vicente, estableciéndose en 1587 en el convento dominico de San Pablo, actual parroquia de Santa María Magdalena. En 1851 se fusionó con la de la Quinta Angustia, quedando configurada la corporación tal como la conocemos actualmente.
El hermano mayor, José Soto Mediero, califica esta celebración como “un reencuentro con nosotros mismos, ya que 450 años no se cumplen todos los días, que hemos podido compartir con otras cofradías del Dulce Nombre de Jesús de Andalucía”. Entre los actos destacó la función predicada por el arzobispo Saiz Meneses y el congreso, “con ponencias interesantísimas, visitas culturales y tiempo para compartir con el resto de hermanos del Dulce Nombre”.
En la hermandad la veneración hacia a una imagen tan señera e histórica del Dulce Nombre de Jesús “es el primer contacto cofrade de nuestros hermanos más pequeños, que lo acompañan en su salida procesional del domingo de Corpus, cuando a muchos aún le faltan varios años para poder vestir el hábito nazareno el Jueves Santo”. Si las hermandades juegan un papel importante en la familia y la transmisión de la fe, “nuestro Niño tiene un papel primordial, ya que es el primer contacto de muchos hermanos con el mundo procesional”.
Además, destaca que esta devoción es “mucho más actual de lo que se piensa”. No se puede olvidar que la corporación se funda por los dominicos para condenar las injurias y blasfemias contra Nuestro Señor, “algo que desgraciadamente continúa en estos tiempos de persecución al cristianismo en tantos lugares”. Primitivamente esta imagen era “patrona de los niños expósitos y ayudaba a las casas cuna”. Los tiempos cambian y en la actualidad la hermandad sigue ayudando a los más pequeños a través de otras asociaciones, entre las que destaca Provida, “que luchan en defensa de la vida ante tanta barbarie que nos asola”.
Uno de los recintos sagrados más bellos de nuestra ciudad es la capilla del Dulce Nombre de Jesús, que preside la imagen del Divino Niño. Allí se celebra diariamente la santa misa, todos los jueves el rezo del rosario y los primeros jueves de cada mes, adoración al Santísimo Sacramento. Junto a ello, mantienen tres turnos de adoración perpetua en San Onofre, a lo que hay que sumar los distintos cultos anuales. El área de formación lo comparten con las demás hermandades de la Magdalena en el Aula Domínguez Valverde, aunque “los más jóvenes suelen tener sus actividades formativas más acorde a sus necesidades”. Además, desde la diputación de Caridad se trabaja sin descanso para permitir dotar de más fondos para que las ayudas abarquen siempre algo más. “Los escogidos del Señor están siempre en el centro de todo lo que hace la Quinta Angustia”.
La próxima Semana Santa el misterio del Sagrado Descendimiento destilará su exquisita belleza y espiritualidad artística en las tardes del Jueves y del Sábado Santo. Según el hermano mayor “la próxima cuaresma se afronta con la misma ilusión de siempre, ya que la hermandad sigue creciendo año a año”, añadiendo como resumen de sus palabras: “las hermandades no podemos quedarnos de brazos cruzados”.
Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, Sagrado Descendimiento y Quinta Angustia de María Santísima
Capilla del Dulce Nombre de Jesús
Real Parroquia de Santa María Magdalena
Casa hermandad: c/ Virgen de la Presentación nº 2
41001 Sevilla
Teléfonos: 954 56 00 39
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Isidro González
