«Sin embargo, esta educación, llamada a crear una «ciudadanía ecológica», a veces se limita a informar y no logra desarrollar hábitos. (…) Para que la norma jurídica produzca efectos importantes y duraderos, es necesario que la mayor parte de los miembros de la sociedad la haya aceptado a partir de motivaciones adecuadas, y reaccione desde una transformación personal»(LS 211).
-¡Rafa!, ¿Qué te dije el lunes pasado?
-Sí…, es verdad mamá. Me dijiste que apagara la luz de mi cuarto cuando no la necesitase y también que echara los papeles en la bolsa de los papeles junto con los cartones, y las latas de refresco en el cubo de los envases.
-Y…, ¿por qué no lo haces?
-Es que se me olvida.
Se ve que esto no funciona, ¿Qué hará falta para hacer de Rafa un joven comprometido en el cuidado del planeta?
“Dime y lo olvidaré, enséñame y lo recordaré, involúcrame y lo aprenderé”, nos decía Benjamín Franklin.
Pero…, ¿Qué quiere decir eso de involucrarse?
Involucrarse es lo mismo que implicarse, comprometerse, participar…, un compromiso o una implicación que resultará de conformar una actitud adecuada. Una actitud que, en este caso, exigirá:
- Una información veraz sobre cuanto concierne al cuidado del planeta.
- Una opinión soportada y orientada por convicciones profundas.
- Y un comportamiento o manera de actuar que dé coherencia a esa información y opinión.
Para configurar esta actitud sugerimos tres pasos:
- Considerar a la Creación como un gran libro que invita a ver en la naturaleza la grandeza de Dios, a lo que seguirá su alabanza y nuestra maravilla y asombro.
- Considerar a la creación como objeto de amor y cuidado consecuentes a nuestro agradecimiento por su disfrute.
- Considerar a la creación como objeto de justicia social que derivará en la necesidad de un disfrute compartido por todos en igualdad.
Pero esta tarea exigirá del concurso de todos, familia, escuela e instituciones conforme a la invitación del Papa Francisco que nos convoca a un gran pacto educativo.
Recordemos lo que a este fin nos señala la propia Laudato Si´ en su número 213:
Los ámbitos educativos son diversos: la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis, etc. Una buena educación escolar en la temprana edad coloca semillas que pueden producir efectos a lo largo de toda una vida. Pero quiero destacar la importancia central de la familia, porque “es el ámbito donde la vida, don de Dios, puede ser acogida y protegida de manera adecuada contra los múltiples ataques a que está expuesta, y puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico crecimiento humano”.
Grupo Ecología Integral – Justicia y Paz
Para celebrar el final del Año Especial de Aniversario de la Laudato Si’, el Papa Francisco invita a los 1.300 millones de católicos del mundo a participar con alegría en la Semana Laudato Si’ 2021, que se celebrará del 16 al 24 de mayo.
#LaudatoSi5 #SemanaLaudatoSi