El «párroco» de la cárcel

El sacerdote Roy Madavana (Asokapuram (Kerala, India), 1980) es párroco de Santa María, de Los Molares

Actualmente es el capellán penitenciario de Sevilla I (Morón de la Frontera)


Criado en una familia que le ha inculcado desde su infancia la participación en la Eucaristía diaria, el sacerdote diocesano Roy Madavana, natural de la India, asegura que el cristianismo en su país es “muy vivo y muy activo, aunque depende de la zona hay una mayor influencia y la sociedad está más abierta a la práctica religiosa”. Igualmente, coincide en que, al igual que en cualquier otra parte del mundo, “la familia es la cuna de la fe, con la oración familiar de la tarde y el rezo del rosario. Y la formación en la fe se realiza a través de la parroquia”. Si bien, considera que en la India, “aunque el catolicismo es minoritario se practica con mayor intensidad” que en España.

A los quince años tuvo clara su vocación e ingresó en el Seminario diocesano de la Archidiócesis Ermakulam-Angamaly. “Unos años más tarde me trasladé a España para entrar en la Orden de los Mercedarios descalzos, en Madrid”. Su integración en nuestro país “ha sido relativamente fácil”, opina.

Siendo religioso sacerdote mercedario fue destinado a la comunidad de Marchena para cuidar a un compañero sacerdote, párroco de San Miguel, que había sufrido un ictus. Fue precisamente esta experiencia de casi un año, en la que colaboró en las tareas pastorales de la parroquia en la que “redescubrí mi vocación diocesana”. Por ello, una vez de vuelta en Madrid solicitó una excedencia “para trabajar en la Archidiócesis de Sevilla” donde fue acogido por el obispo monseñor Asenjo. “Al cumplir tres años de experiencia en la Parroquia de Santa María de la Mesa, en Utrera, decidí incardinarme en la diócesis de Sevilla” recuerda.

“Tanto en Utrera como en Los Molares me he sentido uy bien acogido por la comunidad -agradece-. Considero que esto es fundamental para ejercicio mi misión pastoral”.

Pastoral Penitenciaria

Roy Madavana ejerce además su ministerio en el centro penitenciario Sevilla II, en Morón de la Frontera: “Como capellán mi misión es que las personas privadas de libertad puedan acceder a los servicios religiosos y transmitirles que Cristo, a través de la Iglesia no les ha abandonado y que sientan el amor y la misericordia de Cristo”. Esto se concreta en la organización y celebración de la Eucaristía semanalmente, confesiones, catequesis y el acompañamiento. “También hemos fomentado la participación en salidas programadas o estamos preparando realizar el Camino de Santiago junto con otros centros de España”, añade. A esto se suman otras actividades extraordinarias como la celebración de Ntra. de loa Merced en septiembre, la Navidad o el día de Reyes Magos, la Semana Santa, etc.

En definitiva, se trata de entender la cárcel como “una población donde residen un millar de personas que necesitan acceso a su ‘parroquia’”.

Precisamente, tras años de experiencia como capellán en las cárceles, Roy Madavana reivindica “más ayuda para los internos y más apoyo para la Pastoral Penitenciaria”. En esta línea, denuncia que “la sociedad se olvida de las personas internas. Lo ven como un castigo necesario por los delitos cometidos. Sin embargo, dentro hay personas. Personas que han tenido dificultades en su vida que los han llevado por un camino equivocado, pero a las que la Iglesia no abandona a su suerte. También la sociedad debería implicarse en colaborar en la prevención y en al apoyo antes de ingresar y entender que, con más ayuda y más colaboración, la mayoría puede convivir pacíficamente en libertad”.

Por todo ello confiesa que “la Eucaristía y la atención a las personas internas son dos factores de motivación que me reafirman en mi fe. Cuando observo que sienten la presencia de Jesús en la Eucaristía me siento reconfortado”.

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