¿Dónde verla?: Disney+
Cumple 30 años una de las películas de animación más populares del siglo pasado: “El rey león”. Empleando la figura retórica de la personificación, esto es, dotando de características humanas a los animales, Disney encontró la fórmula para contarnos una historia sencilla pero potente que marcó una época.
Sencilla porque, comparando su argumento con los que nos presentan las actuales cintas de animación (en las que se otorga mayor profundidad a la trama y a los personajes), “El rey león” es un producto hecho a la antigua usanza, pensando precisamente en la sencillez de los niños. Y potente porque, en su simplicidad, posee la capacidad de conmover al espectador a lo largo de todo el metraje.
Un aspecto muy atractivo y valioso del filme es el diseño de la figura paterna. Simba, el joven león, admira profundamente a su padre. Lo mira con ojos embelesados y sigue sus pasos. Con la muerte de Mufasa, su papá y modelo a imitar, Simba olvida cómo ser hijo. Y tendrá que recordar cómo volver a serlo para comenzar a ser esposo y, finalmente, padre.
Otro punto luminoso de la película es el tratamiento del reinado de Mufasa. No reina para ejercer el poder sino para servir de manera honesta. Esto se aprecia muy claramente en la antítesis que supone el reinado de Scar, hermano de Mufasa y tío de Simba. Mientras uno busca el bien, el otro persigue su propio beneficio. Mientras un reinado lleva a la prosperidad, el otro conduce a la muerte.
Significativa fue también la popularización del lema que cantan en la película, una y otra vez, Timón y Pumba: “Hakuna matata”. La expresión procede de la lengua africana suajili y su traducción sería “no hay problema”, una sutil forma de relativismo. Con una visión mundana y simplista, Timón y Pumba vienen a decir que, pase lo que pase, no pasa nada. Pero la realidad es que sí pasa. La verdad, con toda su contundencia, termina imponiéndose. Y es aquí donde Simba abandona el “todo vale” para buscar el bien per se.
La dirección es conjunta de Roger Allers y Rob Minkoff. A todo el desarrollo narrativo acompaña una excelente banda sonora. Tanto es así que obtuvo un Oscar por las composiciones de Hans Zimmer y otro por el tema principal de la película interpretado por Elton John. El reparto de voces de la versión original en inglés es de lujo: Jeremy Irons, Rowan Atkinson o Whoopi Goldberg, entre otros famosos.
Guillermo De Lara