Ramón de Soto
1992 (Sevilla)
Estudió Física e ingeniería de Materiales en la Universidad de Sevilla
Trabaja en el Centro Nacional de Aceleradores de partículas
Miembro de la Comunidad del Camino Neocatecumenal de la Parroquia Ntra. Sra. del Mar
“Un soplo del Espíritu Santo” animó a Ramón a iniciar las catequesis de confirmación de adulto en su parroquia, impartidas por el Camino Neocatecumenal y, “puedo decir sin dudarlo ni un segundo que me han salvado la vida”. Reconoce que ha sido el Señor el que ha ido guiado sus pasos sin que él se hubiera dado cuenta”.
Después de haber recibido el sacramento de Confirmación decidió participar del itinerario de formación católica dentro de las comunidades catecumenales. “He descubierto el amor tan grande que tiene Dios conmigo, así tal como soy, incluso con mis debilidades y mi pecado. Todo esto el Señor me lo ha ido regalando poco a poco haciéndome cercano a su Palabra, a la Eucaristía y viendo cómo actúa en mis hermanos de comunidad”. Afirma que “aunque a veces es muy difícil ver la acción de Dios en nuestra vida, reconocerla en los demás confirma que Dios no es indiferente y actúa permanentemente”.
Ramón se incorporó al Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla (SARUS) y a la Pastoral Juvenil, donde ha “descubierto la riqueza de la Iglesia”.
Jesús vivo y resucitado
“Lo realmente trascendental es que Cristo ha muerto y ha resucitado por nosotros porque nos ama y si te crees esto te cambia la vida. Sin duda, gracias a esta certeza, a que Él murió y resucitó por mí, mi vida ha cambiado”. En esta línea expresa que es a través de la preparación y celebración de la Palabra, la Eucaristía y la convivencia con los hermanos “el trípode que hace que cada día pueda tener un encuentro con el Señor viéndolo en hechos concretos. Sobre el poder transformador de la oración manifiesta que todos los días intenta que su vida gire en torno a ella “porque es la que me acerca, la que me hace ser más familiar y la que propicia esos encuentros con el Señor”.
Voluntario JMJ
Dentro de algunas semanas la Iglesia celebrará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y Ramón no solo participará como peregrino, sino que ha estado como voluntario en la Delegación Diocesana para la Pastoral con Jóvenes. “Para mí el poder echar una mano en esto ha sido un regalazo del Señor, cuando vemos la cantidad de jóvenes que salen al encuentro de Cristo uno se hace pequeñito y solo queda ir poniendo nuestro granito de arena”.
“Se dice pronto, dice Ramón, pero vamos más de 2500 peregrinos a encontrarnos con el Señor en Lisboa del 1 al 6 de agosto y todo eso tiene que llevar una preparación no solo logística sino también espiritual. Este año desde la Pastoral con Jóvenes hemos querido acercarnos a todos los puntos de la Archidiócesis haciendo distintas catequesis preparatorias en varios pueblos de nuestra provincia. En estos encuentros es donde realmente vemos la sed de Dios que tienen los jóvenes de Sevilla.
“María se levantó y partió sin demora”
Sobre el lema de la Jornada Mundial de la Juventud, “al ser sevillano y católico, María nunca deja indiferente, cómo una niña sin entender bien lo que estaba pasando pudo poner toda su confianza en Dios y hacer en todo momento su voluntad. Para mí este lema es la expresión máxima del Sí de María que no se quedó inmóvil frente a la noticia que le dio el Ángel si no que se puso en marcha en movimiento al servicio de los demás”.