Este mes de junio, mes de la gran fiesta del Corpus Christi, nos acercamos a una de las más señeras hermandades sacramentales de la archidiócesis como es la de Villanueva del Ariscal, localidad que conserva destacadas manifestaciones de piedad eucarística que llegan a constituir auténticas señas de identidad de la población.
El mayordomo, Manuel Lora, refiere que la hermandad tiene su origen a mediados del siglo XVI y “ha mantenido intacta su genuina esencia de adoración y culto al Santísimo Sacramento, siendo una de las pocas corporaciones sacramentales “puras” existentes”. En la actualidad cuenta con unos 800 hermanos, siendo la decana de las del pueblo y la aglutinadora de las devociones ariscaleñas. Junto a los muchos cultos y actividades que realizan durante el año, en el calendario destacan dos fechas en que brilla de manera muy especial el amor a la Eucaristía de esta localidad.
Por un lado en mayo, el domingo “Día de Su Majestad”, en que se celebra la procesión de enfermos e impedidos, en que todo reluce de un hondo fervor eucarístico. Manuel Lora lo define como “un día íntimo y de fe, en el que se exterioriza lo mejor de nuestro pueblo: las calles se engalanan con arcos y flores, se instalan bellos altares en las fachadas, se colocan en las puertas las mejores macetas… Todo es poco para acompañar a la procesión con Jesus Sacramentado bajo palio y a la multitud de hermanos portando sus faroles rojos formando un elegante séquito tras el pendón sacramental”.
Y otra tradición ancestral es la celebración del Corpus Christi el 25 de julio, fiesta de Santiago apóstol, gracias a “un permiso concedido por el Vaticano, además de por la vinculación de la villa con la Orden de Santiago”. Este día Villanueva también se viste de gala. La hermosa procesión –que probablemente sea una de las más espléndidas de la provincia de Sevilla- la componen siete imágenes que anteceden al paso con el Santísimo Sacramento. Detalles de esta jornada es que “en varias esquinas del itinerario se alaba al Santísimo con cantos eucarísticos”, así como cuando el cortejo retorna a la parroquia, “quedan los pasos alrededor a la espera de la llegada de Jesús Sacramentado, y el párroco bendice con la Sagrada Forma delante de la plaza abarrotada de gente”.
Señala el mayordomo que “desgraciadamente, este año está siendo distinto y difícil a la vez, sin cultos ni procesiones públicas, aunque, aprovechando las nuevas tecnologías, estamos llevando los cultos a las casas de nuestros vecinos y hermanos”. Y como los efectos de esta pandemia están afectando a los más débiles y necesitados, “hemos puesto en marcha varias acciones de caridad, destacando la colaboración con Cáritas y una pedida simbólica, a la que hemos llamado “Una flor en el sagrario para Cáritas”.
Valorando la devoción secular a Jesús Sacramentado en Villanueva del Ariscal, Manuel Lora destaca la vinculación tan estrecha en la historia de la hermandad sacramental durante estos cinco siglos, y la define como “tan sumamente fuerte y verdadera que en el título de nuestra villa debiera aparecer el calificativo de “Sacramental”. Esta esencia eucarística radica “en el convencimiento que Dios siempre permanece vivo en el sagrario de nuestra iglesia y en el corazón de los que nos sentimos amados por él”. El precioso y coqueto sagrario de Villanueva “es el auténtico motor de nuestro pueblo. Todo pasa por él y todo está en él. Y a él podemos acudir siempre, porque “el que todo lo pone en las manos de Dios, ve la mano de Dios en todo”.
Isidro González
Hermandad del Santísimo Sacramento
Parroquia de Santa María de las Nieves
Casa hermandad: Plaza del Santísimo Sacramento, s\n
41808 Villanueva del Ariscal
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