Hoy es un día de gozo profundo pues celebramos el nacimiento de la Virgen María. El nacimiento de la Virgen es una alegría para todos puesto que gracias a Ella recibimos la Salvación, es el inicio histórico de la obra de la Redención. Con el nacimiento de María se cumple la profecía de Isaías, recogida en la antífona de comunión: la Virgen dará a luz un hijo que” salvará al pueblo de los pecados”, (Mt 1,21).
La tradición coloca el nacimiento de la Virgen en Jerusalén, en el lugar donde debió existir una basílica en honor a María Santísima, según cuentan algunos testimonios entre los años 400 y 600. Esta fiesta de la Natividad de la Virgen surgió en oriente hacia el siglo V y fue introducida en occidente en el sigloVII por el Papa Sergio I.
Al ser fiesta importante en el calendario litúrgico, en nuestra Archidiócesis de Sevilla son numerosos los cultos y procesiones que se celebran en este día en honor a la Virgen María. En nuestra ciudad tenemos la procesión de la Virgen de Guadalupe desde la Iglesia Conventual de San Buenaventura y la de la Virgen del Juncal por las calles de su feligresía.
De cara a nuestra provincia, son numerosos los pueblos que esperan la llegada de este día, pues es un día importante en el que podemos contemplar numerosas procesiones como la de la Virgen del Valle, patrona de Écija, Divina Pastora de Cantillana o Virgen de la Estrella en Coria de Río, entre otras muchas.
Aparte de las procesiones también se celebran en este día dos romerías importantes, en cuanto al número de fieles que congregan, como son la Romería de la Virgen de Loreto en Espartinas y la de la Virgen de Setefilla en Lora del Río.
Oremos pues al Señor para que todo el amor que hoy profesamos a la Virgen María, desde cualquier punto de nuestra Archidiócesis, nos sirva para acrecentar nuestra fe y nos incite a vivir una vida siempre al servicio de Dios, como fue siempre la vida de nuestra madre.
Mari Carmen Hernández