Luz de Soledad, Footprints y Si Dios quiere en la III Muestra de Cine Espiritual
Estos tres títulos forman parte de la tercera edición de la Muestra, y se proyectarán los días 21, 22 y 23 de febrero de febrero, respectivamente, en los cines Cinesur Nervión Plaza de Sevilla.
Las proyecciones, que tendrán lugar a las ocho de la tarde, irán precedidas de una breve presentación y seguidas de un coloquio con los asistentes.
Las entradas pueden adquirirse por preventa online y en las taquillas al precio de tres euros por persona.
Luz de Soledad (Pablo Moreno, 2016)
Dirige Pablo Moreno (Un Dios prohibido), que sube un escalón más de calidad profesional con este biopic sobre santa Soledad Torres Acosta titulado Luz de Soledad. El guión, coescrito por Pedro Delgado (Alexia) y el propio director, se apoya en varios flashbacks que nos trasladan –sucesivamente‑ desde la habitación de un enfermo en el Madrid actual hasta el barrio de Chamberí en 1851, a Getafe o a Ciudad Rodrigo. “Manolita”, como la llaman sus padres, quería ser monja dominica, pero Dios tenía otros planes y acabó siendo la Madre Fundadora de las Siervas de María, auténticos ángeles de la noche que cuidan enfermos en sus casas.
Los inconvenientes del limitado presupuesto del film son salvados por el equipo técnico con mayor ingenio y pericia que en Poveda (del mismo director), tanto en lo relativo a la ambientación –edificios, muebles, vestuario…‑ como en el aspecto visual, a través de encuadres muy logrados y de la bella fotografía de Ruben D. Ortega, que elige en ocasiones una elegante iluminación zurbaraniana. Óscar Martín Leanizbarrutia repite como compositor de una notable banda sonora.
Laura Contreras ‑todo un descubrimiento‑ encarna a una santa Soledad equilibrada, sencilla y humilde, con esa humildad que se ha “criado” en el servicio a los demás. Su agradable rostro, su hablar sereno, sus movimientos pausados y alejados de toda sobreactuación ayudan a construir un personaje muy atractivo y lleno de esa luz que menciona el acertado título de la cinta. Contreras está muy bien acompañada por varios sobresalientes secundarios como Lolita Flores, su hija Elena Furiase, Antonio Castro o Susana Sucena.
En el film hay momentos de tensión –algo simplificados por los inconvenientes presupuestarios‑ y otros de una buscada emotividad, porque no se oculta la intención de conmover al espectador. Como tampoco se esconde el propósito de homenajear la labor callada de las Siervas de María, una institución que tenía 46 conventos en España a la muerte de Santa Soledad y que actualmente cuenta con muchos más en nuestro país y en América.
Footprints. El camino de tu vida (Juan Manuel Cotelo, 2016)
Cada proyecto de Juan Manuel Cotelo (La última cima, Tierra de María) es una aventura. Sus trabajos parecen surgir de una cierta casualidad, aunque en realidad son producto de su personal sensibilidad y de una particular atención a las necesidades espirituales de la sociedad. “Footprints”, su último largometraje documental, así lo confirma.
Todo comenzó con una llamada teléfónica de D. Sergio Fita, un sacerdote de Cuenca que actualmente es párroco de Santa Ana, en la ciudad de Gilbert (Arizona). D. Sergio explicó a Cotelo que en un mes comenzaría la Ruta del Norte del Camino de Santiago, acompañado de 10 jóvenes adultos. “Nos gustaría filmar una película que recoja lo espiritual”, le propuso al director. “Lo hemos planteado a otras productoras aquí en EEUU, pero una nos pide un millón de dólares; otra dos millones”, continuó el sacerdote. A Cotelo le pareció “una invitación a la locura…, pero eso me animó y nos volcamos en ello”.
El resultado es un valioso documental que recoge el proceso de aprendizaje de los 11 “caminantes” durante 40 días, desde Hendaya hasta Santiago de Compostela: casi 1000 kilómetros con dificultades, dudas, progresos… y siempre con la fe que los anima. Un viaje interior que se alía con la belleza de los paisajes, magníficamente fotografiados: el Cantábrico, Picos de Europa, Galicia…
A través de las declaraciones de este grupo de peregrinos vamos conociendo sus conclusiones vitales, de las que entresaco las siguientes:
Caminar ligero de equipaje. La diferencia entre lo superfluo y lo necesario se traduce en kilos en la mochila y en lastre para el alma.
Caminar sobre las ampollas. Aceptar que muchas veces habrá que seguir avanzando a pesar del dolor y del sufrimiento físico.
Caminar con los más débiles. Con los que se quedan atrás, con quienes flaquean o se desaniman.
Caminar juntos. Como un equipo unido, en el que las energías se compensan y las etapas parecen acortarse.
Quienes tengan experiencia del Camino de Santiago apreciarán especialmente este documental, que por su tono emocional y motivador exige una mirada sin prejuicios por parte del espectador. Su estreno escalonado comenzó con sólo dos copias y ya se ha proyectado en más de 30 ciudades, gracias a las peticiones que han llegado a la productora Infinito+uno a través de la web del film.
Si Dios quiere (Edoardo Maria Falcone, 2016)
Estrenada en España en 2016, “Si Dios quiere” vino precedida de un gran respaldo en su país, donde obtuvo el Premio David de Donatello al Mejor Director Novel y el Premio del Sindicato Italiano de Periodistas Cinematográficos en esa misma categoría. El público español la acogió razonablemente bien y la cinta atrajo a las salas de cine a casi 200.000 espectadores.
Realizar una buena comedia no es tarea fácil. Si además el guión se propone abordar cuestiones trascendentes la dificultad aumenta. Conscientes del riesgo, Falcone y su co-guionista, Marco Martani, recuperan los elementos de un género autóctono bien conocido: la ‘commedia all’italiana’, que desde la década de 1950 y durante casi 30 años cultivaron con éxito directores como Mario Monicelli, Luigi Comencini, Ettore Scola, Pietro Germi, Antonio Pietrangeli, Dino Risi… Y la apuesta les sale bastante bien.
Si la chispa y el ingenio de los diálogos determinan buena parte de la calidad de una comedia, otro tanto hay que concederle a la aportación de los actores. Y en este caso Falcone ha podido contar con un trío formidable: Marco Giallini en el papel de Tommaso, cardiólogo de prestigio, liberal y ateo convencido; Laura Morante como Carla, ama de casa eclipsada por el ego de su marido; y Alessandro Gassman dando vida al sacerdote Don Pietro. Junto a ellos, una galería de divertidos y eficaces secundarios.
Del argumento no conviene adelantar mucho. Bastaría con decir que Tommaso y Carla tienen dos hijos: Bianca, que está casada, y Andrea, buen estudiante de medicina dispuesto a continuar la estela de su padre. Últimamente Tommaso nota a Andrea algo descentrado, hasta que un buen día su hijo convoca a toda familia porque tiene algo importante que comunicarles, una noticia que va a provocar diversas reacciones y que tendrá sus (positivas) consecuencias.
El tono humorístico del filme no supone una trivialización de los interesantes temas que plantea: la razonabilidad de la fe, el respeto a las creencias religiosas, la necesidad del diálogo y de superar los prejuicios… En mi opinión, a la trama le falta puntualmente un pelín de sutileza y de valentía, efecto quizá de la preocupación de Falcone por dirigir su película a un público amplio, creyente o no. En cualquier caso, estamos ante una comedia agradable e inteligente, divertida en la forma y sustanciosa en el fondo.
Juan Jesús de Cózar